
Una vez más, como desde 1994, el programa Uniendo Metas reunió a miles de estudiantes de todo el país mediante el Modelo de Naciones Unidas. Esa iniciativa propone a jóvenes de nivel secundario sumergirse en el universo de la ONU y encarnar las facultades de sus diferentes autoridades internacionales, en la reciente edición, se congregaron más de 8000 alumnos en 10 provincias distintas durante todo el ciclo lectivo.
En este contexto, durante el primer fin de semana de noviembre se cerró con broche de oro en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires la etapa nacional, última instancia del formato que invita a la participación de las delegaciones distinguidas previamente en los modelos regionales.
Tal como repasamos en la pasada edición de nuestro semanario, en este privilegiado escenario se encontraron tres instituciones de San Nicolás: Colegio Misericordia, Escuela de La Paz y Colegio María Auxiliadora. Justamente, estas dos últimas brindaron más detalles, en la voz de sus participantes, de todo el trabajo que lleva este proyecto desde lo académico hasta la conformación del grupo humano.
Concretamente, por La Paz participaron dos delegaciones: Emilia Sawczuck, Lucía Mc Loughlin, Lázaro Andrín (Belice), Emma Moltoni, Julieta Quijano, Pilar Giorgetti, Juan Emilio Merlino, Lisandro Gabrielli, César Malacalza, Joaquín Prat, Vicente Lépori, Amadeo Di Lorenzo, Benjamín Galindez y Juan Brogliatti (Argelia); y la profesora Andrea Fornillo.
En tanto que por María Auxiliadora estuvieron presentes: Jerónimo Ramírez, David García, Ain Nicolás Alzugaray, Magalí Borda, Cielo Borda, Bautista Valente, Ana Belén Galdeano, Axel Di Bello y Ámbar Conochiari (Polonia) y la docente Daiana Richard.
“Te cambia la vida”
A pesar de aún estar transitando su adolescencia, incluso algunos de los participantes terminando ciclo básico de la educación secundaria, todos coinciden que en mayor o menor medida la participación en el modelo de ONU les cambia su vida para futuro.
“Poca gente cree de verdad que Uniendo Metas te cambia la vida, al principio pensas que no es para tanto, pero después del primer modelo comprobamos que realmente es así”, sostuvieron a COSA CIERTA los estudiantes de la escuela ubicada sobre Avenida Savio.
“Al principio la mayoría de los participantes vamos con miedo, pero al final siempre salís feliz y con nuevas experiencias. Te cambia el pensamiento y hasta la forma de ser”, resaltaron.
Respecto a lo que vivenciaron en la UBA, destacaron que “haber participado de un modelo nacional representando a la escuela y a la ciudad es un gran honor para todos. Fue algo hermoso, volvimos muy contentos y con un sueño cumplido”.
Asimismo, subrayaron el paso a paso que conlleva: “Todavía nos acordamos que en 2022 fuimos un desastre, pero fue una etapa de aprendizaje. Esta vez, desde el modelo local se fue armando una linda amistad, y volvimos mucho más unidos del nacional”.
Por su parte, ambos equipos de la Escuela de La Paz coinciden en la preparación que significa llegar a presentarse a nivel federal. “Todo el proyecto empezó a surgir desde el año pasado cuando vivimos el primer nacional, por eso tras el regional, mucho más emocionados y con un rendimiento fructífero, todos nos fuimos organizando para poder ir”, señalaron. En esa misma línea, dejaron entrever las cosas que se llevaron del Modelo de Naciones Unidas.
“Cambia la forma de ver las cosas, cómo estudiar, incluso puede influenciar qué carrera universitaria elegir más adelante. Están muy buenas las habilidades que aprendes, lo que tiene que ver con la oratoria y saber improvisar”, afirmaron.
En ese sentido, además que sus pares de otra escuela, asimilan el error como parte de la propuesta y lo sobrellevan con templanza. “El modelo está hecho para que la pasemos bien, es un espacio que te permite desarrollarte y si te equivocas no pasa nada, es parte del aprendizaje”, firmaron.
Puertas adentro
Una prueba del impacto que ha tenido la simulación de la ONU en San Nicolás es lo que ocurre en las tres escuelas participantes, que sin quedarse conforme con sus valiosas presentaciones llevaron la modalidad a sus colegios con modelos más reducidos que apuntan a captar la atención y mantener el entusiasmo.
Por ejemplo, la institución del centro nicoleño ya planea la propuesta para comenzar en 2025. “La principal idea es poder captar la atención de los chicos del ciclo básico para que el día de mañana quede gente que participe y siga habiendo participantes en los próximos años. Hay que preparar a los más chicos para que se interesen y vean que no es ir un sábado a estudiar, convencerlos a quienes no se animan”, manifestaron al respecto.
“Un modelo interno ayuda a poder probarse previamente a la etapa regional, llegar con más experiencia y convivir con el error”, agregaron a COSA CIERTA.
Desde su lugar, tanto Misericordia como María Auxiliadora ya lo llevan adelante en sus instituciones y dan cuenta los beneficios que tiene poder ayudar a quienes no están convencidos completamente o darle una primera apreciación de lo que vivirán a futuro en los regionales y nacionales.
Visión docente
Desde su lugar, con diferentes experiencias las docentes de ambos grupos también demostraron la alegría de formar a estudiantes para estas iniciativas.
“Fue mi primera vez a nivel nacional, había participado en modelos regionales acompañando a los alumnos. Fue una experiencia muy gratificante el poder ayudarlos a cumplir ese sueño de llegar a una etapa más extensiva”, explicó Daiana Richard de María Auxiliadora.
“El modelo dentro de la escuela tuvo gran convocatoria y lograron sumar más chicos que se interesen en esto”, agregó. También se refirió a la labor humana que no se ve en el transcurso del modelo. “Los chicos hicieron un montón de cosas para poder recaudar el dinero necesario para solventar todo el viaje. Fue un trabajo en conjunto con toda la fuerza de voluntad y las ganas de participar. Ellos se organizaron y pudieron juntar todo lo que necesitaba, es algo muy valeroso”, expresó.
Por su parte, Andrea Fornillo dio cuenta de los años que lleva al lado de la ONU acompañando estudiantes de La Paz. “Soy una enamorada del Modelo de Naciones Unidas. Me encanta esto, apuesto por esto y me gusta mucho que los chicos participen por las herramientas que les da”, manifestó.
Además, resaltó el contacto con otras escuelas del país: “El hecho de poder conocer otras realidades, alumnos y modelos es sumamente positivo a nivel académico y personal.
“Es un programa maravilloso, ojalá se sigan sumando alumnos”, sentenció a COSA CIERTA sobre este legado que cumple 30 años.