Después de un prolongado período de bajante, el Río Paraná cierra el año con un ligero aumento en su nivel. La última medición realizada por Prefectura Naval indica que el hidrómetro en San Nicolás registró 1,93 metros. Este incremento se atribuye a las recientes lluvias en la cuenca no regulada del río en Brasil, aguas arriba de Itaipú.
Los expertos del Instituto Nacional del Agua (INA) explican que esta crecida llegó al tramo medio del Paraná, aunque su impacto fue moderado debido a las condiciones secas que aún persisten en la región. A pesar de este repunte, se espera que el nivel del río comience a descender nuevamente en los próximos días.
En cuanto a las proyecciones climáticas, se estima que el fenómeno El Niño-Oscilación Sur se encuentra en una fase neutral, con una probabilidad casi equitativa de transición hacia La Niña o mantenerse estable durante el trimestre diciembre-enero-febrero 2025. Los pronósticos apuntan a un verano caracterizado por lluvias de intensidad media a ligeramente seca, lo que podría mantener al Paraná en niveles entre medios y bajos.
Es importante destacar que entre el 85 y el 90 por ciento de los caudales del sistema del Paraná provienen de la cuenca brasileña. Actualmente, los embalses de esta cuenca tienen un promedio de almacenamiento del 58 por ciento, mientras que Itaipú está casi al límite de su capacidad con un 92 por ciento. Un aumento significativo en las precipitaciones en Brasil podría influir directamente en los niveles del Paraná en Argentina.
A medida que se acerca la temporada de lluvias más intensas, la incertidumbre sobre lo que sucederá en los próximos meses persiste. Aunque es poco probable que experimentemos las extremas bajantes observadas anteriormente, será crucial monitorear las condiciones climáticas en la cuenca alta brasileña para prever cualquier cambio significativo en el comportamiento del Río Paraná.
