General Motors ha iniciado un nuevo proceso de retiros voluntarios en su planta de Alvear, ubicada al sur de Rosario, en un escenario marcado por la reducción en el ritmo de producción. Este programa, que se extenderá hasta finales de enero, no ha sido anunciado públicamente por la empresa, aunque los trabajadores recibieron la comunicación formal este miércoles.
El ajuste no es nuevo para la compañía, que en 2024 enfrentó un recorte del 30% en su producción. Esto incluyó paradas temporales y medidas similares para reducir costos, lo que llevó a una disminución en la proyección anual de fabricación, pasando de 430.000 a 330.000 vehículos. Para 2025, las proyecciones sugieren que las cifras podrían ser aún más bajas, afectando directamente la actividad en la planta.
En Alvear, actualmente se produce la Chevrolet Tracker, luego de que el modelo Cruze fuera discontinuado a fines de 2023. Aunque algunos rumores señalan que a finales de este año podría iniciarse la producción de una nueva versión de la Tracker, la empresa no ha confirmado esta información oficialmente.
La medida de los retiros voluntarios ha sido manejada con discreción, aunque desde hace días se filtró información a través del Ministerio de Trabajo provincial y el gremio Smata, que representa a los trabajadores del sector. Fuentes cercanas a la automotriz indican que la cantidad de empleados que optarían por el retiro voluntario podría ser significativa, aunque no se han brindado cifras oficiales.
El impacto de esta decisión genera preocupación entre los trabajadores, quienes enfrentan la incertidumbre de sus puestos laborales en un contexto de menor demanda en la industria automotriz. Mientras tanto, la planta busca mantener su estabilidad operativa en medio de un panorama complejo, con el desafío de adaptarse a los cambios en el mercado y preservar el empleo de su personal.
