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Sobre sus inicios, Ruth nos cuenta: “Todo comienza entre los 15 y los 16 años, mi abuela sabía leer cartas y me enseñó a esa edad, yo quería aprender a los 12 pero ella se negaba. Aprendí a leer primero cartas españolas que fue el método que ella había traído de El Líbano. Todo comenzó un poco por curiosidad y otro porque me crié con eso, en ese ambiente. Mi abuela decía: va a haber un embarazo, va a pasar tal cosa. Todos nos alarmábamos. Ella tenía la capacidad de ver las cosas que luego iban a suceder, eso me atraía, despertó claramente mi curiosidad”.
Acerca de sus referentes habla: “No me gusta tener un solo referente, trato de tomar conceptos de todos los que me aparecían en el proceso de preparación. Hoy en día estoy capacitándome en constelaciones familiares y la teoría de Bert Hellinger es la que más me nutre, también en otra etapa de este camino me nutria de Sigmund Freud y Gustav Jung, pero en la actualidad de cada proceso, cada método me llevo algo y armo mi corriente propia con diferentes contenidos y posturas”.
La consideración de la lectura de cartas como un arte tiene su claridad, sobre esto comenta: “Creo que si es un arte, el arte de poder leer, de interpretar lo que ellas nos dicen, hay que tener creatividad para saltar o romper los prejuicios. Los tarotistas somos un intermediario entre la parte mas profunda que trae el consultante con lo que nos dictan las cartas. Conectar con la parte inconsciente, vaciarse de los preconceptos que uno tiene y a partir de ahí la información comienza a emerger y de esta manera poder darle herramientas al consultante. El libre albedrío es fundamental, el que resuelve es el consultante. No ledigo a las personas lo que tienen que hacer, uno lee información, la abre y busco que la persona se vaya fortalecida con lo que ya sabe, en otras palabras refuerzo sus propias hipótesis”.
Acerca del escepticismo, el prejuicio o las criticas sobre el tarot explica: “Ahora lo tomo con soda. Me costaba mucho tomar esto como un trabajo, a los 25 años mas o menos comencé a tomarlo así y pedir una remuneración. Tuve mis crisis existenciales respecto a mi labor pero en la actualidad todo cambió y este trabajo es mucho mas respetado, bien visto, hoy en día muchas personas se dedican a terapias holísticas, lectura de cartas, astrología y otros trabajos afines. Los prejuicios igual siguen estando pero existen mas herramientas para enfrentarlos. Mi mamá y mi abuelo me decían: ‘si vos lo haces con amor y compromiso, si sos buena en lo que haces, respetas al otro y te preparas como corresponde, no te puede ir mal’. El compromiso que uno le pone a esto es lo que va a marcar el respeto del consultante, la preparación es todo para lograr ese respeto”.
En el pasado dicha profesión era juzgada, en la actualidad forma parte del concepto de moda sobre esto explica: “Hoy en día, no para todos, es considerada una moda, más allá de que es una salida laboral y uno pone energía en eso, el lado cuestionable es la preparación, sumado a la saturación en las redes provoca indecisión en el público. Creo que hace falta mas trabajo interno. Siempre fui de pulir mi persona interna ante cada situación que aparece, porque en definitiva somos acompañantes de los problemas y conflictos que trae el consultante y si no estas ‘pulido’ en eso, tus puntos ciegos van a afectar y no vas a poder leer bien al otro. Cuando vos ingresas en zonas de traumas, no es igual que ir a comerse una hamburguesa, tenés que estar preparado para acompañar la situación y llegar a un mejor mensaje”.
El espacio donde se desarrolla aquello no se ve o solo es perceptible a la emoción tiene su aprendizaje especial. Ruth desde su juventud se abrió su camino expansivo en un mundo en donde quizás la edad todavía no era la necesaria para obtener la claridad y el acompañamiento futuro pertinente, sin embargo su empuje pudo más. La humildad para reconocer que siempre se puede aprender algo más le brindó la virtud de inspirar confianza ante el consultante y desde allí acompañar a quien les exponga sus dudas desde un plano en compañía, sin la orden como premisa sino con las palabras precisas para la obtención de nuevas herramientas en el futuro. Varios indican que el arte y el conocimiento son calles paralelas, quizás el concepto mística tenga que ver con esa contradicción, absorber todo el arte de las emociones para transformarlas en palabras que mejoren las acciones que indican los destinos o intentan romperlos. Todas las hojas son del viento y las cartas siempre llegan a buenas manos. O al menos ese es el deseo.-
Preguntacionario XPRES
- ¿Tu carta favorita?
“El Mago”, maneja la comunicación y tiene mucho que ver con lograr lo que uno se propone.
- Si el tarot fuese una comida, ¿Cuál sería?
Exquisito, sofisticado.
- ¿Serie, película, libro o disco para recomendar?
“Cómo conseguir chicas” de Charly García.
- Ruth Sverdlov es: “Enigmática”