
Cuando en 2006 arribó por primera vez a la Argentina para realizar una pasantía, Peter Schouten escuchó hablar de Mar del Plata como epicentro del turismo nacional pero jamás se imaginó que casi dos décadas después, la ciudad sería el escenario de un descubrimiento periodístico suyo que adquiriría repercusión mundial.
Previamente, el neerlandés que ahora cuenta 43 años y es fervoroso hincha del Feyenoord se había mudado de su pueblo natal, Zutphen, hacia Groningen, para estudiar la carrera de Relaciones Internacionales. En eso estaba entonces cuando le surgió la posibilidad de viajar a Buenos Aires para trabajar durante casi seis meses en la sección Prensa y Cultura de la Embajada de Países Bajos, ubicada en Puerto Madero.
Schouten se enamoró de su vida porteña pero supo que aquel era, en ese momento y todavía, un amor prohibido: es que debía regresar a su tierra para recibirse e iniciar formalmente su desarrollo profesional.
De vuelta en Países Bajos, concluyó su tesis y se trasladó a La Haya, donde comenzó a desempeñarse en otra embajada, la de Hungría. Allí realizaba reportes sobre la política neerlandesa para diplomáticos que iban y venían hacia Budapest.
Posteriormente, Schouten se mudó a Amsterdam y trabajó para el primer ministro Jan Peter Balkenende, primero, y después para su sucesor, Mark Rutte, actual secretario general de la OTAN. En 2014, asumió como portavoz de War Child, una ONG que asistía a niños víctimas de conflictos bélicos.
Tal como lo había planeado al terminar la pasantía en la Argentina, su carrera profesional había adquirido cierto éxito, con varios objetivos cumplidos personalmente. Sin embargo, en medio de todo aquello sintió la necesidad de atravesar su aventura pendiente.
Durante una charla en un café céntrico de Mar del Plata, donde pasa sus días en medio de la cobertura del caso del cuadro robado por los nazis, Schouten le cuenta a LA CAPITAL que en 2019 se le apareció en su mente la idea de regresar a Buenos Aires para ver cómo estaba la situación de la ciudad y el país que lo habían cautivado 13 años antes.
“Decidí probar suerte de nuevo, ahora como periodista freelance, y corresponsal de medios de comunicación de Países Bajos y otros sitios de Europa. Me instalé en San Telmo y conocí a Guillermo García, un productor con el que empezamos a trabajar para televisión, radio y diarios de allá”, relata.
Uno de los medios que contrataron los servicios de la dupla fue el diario Algemeen Dagblad (AD) de Rotterdam, el más leído de Países Bajos. Y así fue como, hace casi cuatro meses, el redactor Cyril Rosman, que hacía una década estaba detrás de la pista de la colección de obras de arte robadas por los nazis durante la ocupación de Amsterdam, lo contactó directamente.
“Cyril y sus compañeros de AD, cuyo portal web recibe alrededor de dos millones y medio de visitas diarias, habían intentado entrevistar a las hijas de Friedrich Kadgien en varias oportunidades en estos diez años, pero ellas no querían hablar públicamente. A comienzos de agosto, y luego de haberse cumplido el 80º Aniversario del final de la Segunda Guerra Mundial, me pidieron si podía viajar a Mar del Plata para intentarlo personalmente por última vez y así fue como pasó lo que pasó después”, narra Schouten.
Tal como se explicó la semana pasada, Schouten y García visitaron la ciudad, se presentaron en la casa de Parque Luro perteneciente a Patricia Kadgien, la mayor de las hijas de “El mago de las finanzas” nazi, y no lograron dialogar con ella. Sin embargo, observaron en la puerta un cartel de venta colocado por una inmobiliaria y luego ingresaron a su sitio web para ver la publicación de la oferta de la propiedad: al ver la quinta fotografía, la del living, descubrieron que sobre un sofá se hallaba uno de los dos cuadros buscados por sus colegas e investigadores neerlandeses, sustraídos al comerciante judío Jacques Goudstikker en 1940.
Schouten y García regresaron a Buenos Aires, reportaron las novedades a Cyril Rosman y la semana pasada fue publicada la información del descubrimiento de la imagen de la pintura “Retrato de una dama”, del artista italiano Giuseppe Ghislandi (1655-1743), en el aviso de venta de una casa marplatense. Rápidamente, la noticia tomó repercusión mundial.
Segundo viaje
La Justicia inició entonces una causa para recuperar la obra y el martes pasado la Policía Federal Argentina allanó la casa de Patricia Kadgien, pero no la encontró. A pesar de eso, sobre el fin de la semana Schouten y García volvieron a Mar del Plata y, por estos días, cubren el caso en situ.
Además de trabajar para el diario AD, la dupla presta sus servicios periodísticos a NPO Radio 1, RTL Nieuws TV y SBS6 TV de Países Bajos, entre otros.
El viernes pasado, Schouten fue entrevistado por “Mesa Chica”, el programa de streaming de Canal 8 y LA CAPITAL, y enumeró algunas de las peripecias vividas junto a García en el último mes. A modo de síntesis, el neerlandés comentó que, si bien parece “algo absurdo” el hallazgo de la imagen de un cuadro tan buscado por un aviso de venta de una inmobiliaria, el éxito del descubrimiento que protagonizó no fue casual y que se debió a que “el periodismo no se hace desde una oficina y una laptop”. “Hay que salir a la calle, insistir y trabajar”, concluyó.
Fuente: Con información de La Capital