
Con más del 80% de las transacciones bancarias realizadas por canales digitales, según la Asociación de Bancos de la Argentina (ABA), el principal desafío del sector financiero es garantizar operaciones rápidas y ágiles.
Aunque hay denuncias por estafas virtuales, las cuales alcanzaron un récord en Argentina en 2024, con más de 34 mil reportes de delitos informáticos, lo que representó un aumento del 21,1% respecto de 2023, de acuerdo con la Unidad Fiscal Especializada en Ciberdelincuencia (UFFICI), dependiente del Ministerio Público Fiscal.
En este escenario, se señaló que 6 de cada 10 fraudes financieros comienzan con el robo de credenciales o la suplantación de identidad, lo que convierte a la autenticación en tiempo real en el nuevo perímetro de seguridad para la banca digital.
Los métodos tradicionales, basados en contraseñas y validaciones estáticas, ya no resultan suficientes frente a la sofisticación de los ataques actuales.
Los bancos que logren integrar seguridad y experiencia sin fricciones serán los que consoliden la confianza de sus clientes en el largo plazo. La identidad digital, remarcan los especialistas, no es solo una cuestión tecnológica: es la base de la relación entre las entidades financieras y sus usuarios en la era digital.