
La convocatoria del presidente Javier Milei a una “mesa de diálogo federal” con los gobernadores llegó en el peor momento político para la Casa Rosada, golpeada por la dura derrota en la provincia de Buenos Aires. Sin agenda definida y anunciada por redes sociales, la propuesta generó más recelos que apoyos entre los mandatarios provinciales, incluso entre los más colaboracionistas.
Milei busca recomponer el vínculo con los mandatarios y reflotó el Ministerio del Interior como señal de apertura. El nuevo titular es Lisandro Catalán, quien ya tenía el rol de interlocutor desde la vicejefatura de Gabinete del Interior, aunque con un vínculo distante con las provincias durante su paso como secretario. Ahora, con rango ministerial, será el encargado de tender puentes con los gobernadores en medio de un clima político áspero. Sin embargo, su nuevo rol no gener�� entusiasmo.
Entre las charlas que mantuvieron los distintos gobernadores del país, hubo una molestia generalizada por las formas. “No aceptan ser usados para una foto”, explicó una fuente con llegada directa a los mandatarios. Sostuvo que hubo una “pérdida de confianza” de dialoguistas y aliados. “Solo nos quieren usar para frenar la incertidumbre post derrota electoral”, comentaron a Data Clave.
La otra gran molestia es el veto a los ATN. “Es una ley que no tiene impacto fiscal”, explican y aseguran que representa solo el 0.05% del PBI para 2025 y 0,15% para el 2026. Indican que son “100% recursos de las provincias”, que no afecta el superávit fiscal, algo que no solo es algo que defiende el gobierno sino gran parte de los gobernadores.
Para los mandatarios provinciales, el gobierno usa los fondos para su ejercicio fiscal y por ello no quieren negociar. “Difícil llamar al diálogo a los gobernadores después de vetar una ley que se diseñó en el Consejo Federal de Inversiones en una mesa con los 24 gobernadores”, resaltaron.
Universos distintos
Los cinco gobernadores de Provincias Unidas (Córdoba, Santa Fe, Chubut, Jujuy y Santa Cruz) acordaron reunirse este viernes en Río Cuarto para fijar una postura común. El clima es de desconfianza: no quieren ser vistos como un salvavidas para Milei tras el traspié bonaerense. El único que se mostró dispuesto desde el inicio fue el sanjuanino Marcelo Orrego, quien adelantó: “Cuando llegue la convocatoria voy a decir presente”. En cambio, los aliados de La Libertad Avanza en Mendoza y Chaco, Alfredo Cornejo y Leandro Zdero, guardan silencio.
En paralelo, los mandatarios peronistas elevaron el tono de los reclamos. Axel Kicillof le exigió al Gobierno nacional resolver la deuda de recursos retenidos a Buenos Aires. Ricardo Quintela habló de un Ejecutivo “acabado” y Gildo Insfrán ironizó sobre una mesa encabezada por los mismos dirigentes que, según dijo, conducen al país al desastre. Gustavo Melella pidió que primero se cumpla con los pagos pendientes a las provincias, mientras que Osvaldo Jaldo advirtió: “Si nos dicen lo mismo que hace dos años, no vamos a concurrir”.
Uno de los que más fuerte apuntó contra la gestión libertaria fue el santafesino Maximiliano Pullaro, quien sostuvo que “ni el kirchnerismo fue tan cruel con Santa Fe”. Y agregó: “No pagaban lo que correspondía, pero al menos pagaban una parte. Este gobierno nos cortó hasta el flujo del déficit de la caja de jubilaciones, que por ley y por convenios debería cubrir”.
Pullaro dejó en claro que cualquier decisión se tomará dentro de Provincias Unidas: “Siempre que el presidente convoca tenemos que ir a escuchar y a colaborar, pero lo resolveremos en el marco de Provincias Unidas”. Aun así, marcó prioridades: rutas nacionales financiadas con el impuesto al combustible, financiamiento universitario, políticas de salud y la restitución de medicamentos y alimentos que Nación recortó.
El gobernador remarcó que su administración sostiene con recursos propios el boleto educativo gratuito, los remedios, la asistencia alimentaria y la obra pública que Nación abandonó. “El equilibrio fiscal no puede hacerse a costa de las provincias. Si hoy la Argentina mantiene paz social es porque los gobernadores nos hicimos cargo de lo que Nación dejó de hacer. Pero eso tiene un límite”, sentenció.
Fuente: Con información de Data Clave