
La agrupación política del clan Passaglia logró filtrar tres diputados provinciales tras alcanzar 91.143 votos en la Segunda Sección Electoral, aunque solo ganó en su distrito de origen y quedó detrás de Fuerza Patria y La Libertad Avanza en la mayoría de los municipios.
Esa es la verdad incómoda que los números dejaron al desnudo: lejos de un “gran logro”, el debut de Hechos como fuerza seccional expuso sus límites y confirmó que el proyecto tiene un techo demasiado bajo.
En San Nicolás, donde gobiernan desde hace más de 15 años, los Passaglia pudieron exhibir un triunfo cómodo con el 50,51 por ciento de los votos. Pero esa foto local, aislada del contexto general, no explica lo que sucedió en el resto de la Segunda Sección. Allí, en el total de los 15 distritos, el clan solo alcanzó un tercer puesto que le dio tres bancas, mientras que Fuerza Patria y La Libertad Avanza se quedaron con cuatro cada uno.
El reparto final mostró a los verdaderos protagonistas de la contienda y dejó al nuevo sello familiar en un lugar secundario, pese a las serias expectativas de triunfo y una inversión histórica y sideral durante la campaña.
El desglose distrital es contundente. Hechos solo consiguió arrimarse al segundo puesto en Ramallo (32,94 por ciento), Rojas (29,81 por ciento) y Pergamino (29,09 por ciento) -ciudad donde además el 16 por ciento de los votantes le cortaron la boleta a Manuel Passaglia, aspirante a legislador-. Pero en todos los demás fue tercero, lejos de la pelea por la cima: 15,34 por ciento, en Arrecifes; 22,63 por ciento, en Baradero; 7,95 por ciento, en Capitán Sarmiento; 17,04 por ciento, en Carmen de Areco; 10,04 por ciento, en Colón; 11,43 por ciento, en Salto; 9,34 por ciento, en San Andrés de Giles; 17,45 por ciento, en San Antonio de Areco; 12,90 por ciento, en San Pedro y apenas 7,36 por ciento en Zárate.
En Exaltación de la Cruz, ni siquiera lograron figurar entre los primeros lugares. El mapa habla por sí solo: un triunfo local que no se traduce en peso territorial real.
La narrativa oficialista intenta presentar tres diputados como una victoria, pero el análisis serio muestra otra cosa.
Los Passaglia apostaban a consolidarse como la novedad electoral en la Segunda Sección y terminaron reducidos a fuerza testimonial en la mayoría de los distritos.
La gestión en San Nicolás, convertida en plataforma de poder personal, no fue suficiente para seducir a los votantes de cada una de las ciudades vecinas, donde inclusive en Pergamino y Rojas fueron el sello del intendente de turno. El apellido pesa, pero no alcanza.
La conclusión es clara: Hechos nació encapsulado en su ciudad y no logró romper ese corset. Mientras Fuerza Patria se consolidó como primer espacio regional y La Libertad Avanza mantuvo su empuje, el proyecto familiar quedó atrapado en la lógica del pago chico. Los tres escaños obtenidos no son una real prueba de expansión, sino de estancamiento, principalmente por la expectativa generada y los recursos volcados.
El clan seguirá insistiendo en vender este resultado como un paso adelante. Pero los datos muestran lo contrario: fuera de San Nicolás, la sociedad les dio la espalda.
La contundencia de los números confirma el fracaso de una apuesta errónea. Esa es la verdadera fotografía política de esta elección, pese a quien le pese.