Historias

La Noche de los Lápices, una trágica página que nunca mas debe repetirse

En septiembre de 1976, diez jóvenes de entre 14 y 17 años fueron secuestrados en La Plata por comandos policiales tras encabezar protestas estudiantiles. Seis de ellos siguen desaparecidos.

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La noche del 16 de septiembre de 1976, La Plata vivió la página más trágica de su historia: la Noche de los Lápices. Una decena de jóvenes de entre 14 y 17 años fueron secuestrados por comandos de la Policía de la provincia de Buenos Aires después de haber encabezado protestas pidiendo por el regreso del Boleto estudiantil.

De aquellos diez adolescentes secuestrados en el operativo policial supervisado por el jefe de la fuerza policial, el general Ramón Camps, y su director de Investigaciones, el comisario Miguel Etchecolatz, seis de ellos siguen desaparecidos. Ellos son: Claudio de Acha, María Clara Ciocchini, María Claudia Falcone, Francisco López Muntaner, Daniel Racero y Horacio Ungaro.

Cuatro estudiantes lograron sobrevivir a los secuestros, las torturas en centros clandestinos de detención y fueron liberados en distintas etapas. Ellos fueron clave para que se conociera el horror de La Noche de los Lápices: Gustavo Calotti, Emilce Moler, Patricia Miranda y Pablo Díaz, cuyo testimonio en el Juicio a las Juntas Militares sirvió para conocer el terrorismo de Estado en su mayor expresión.

El motivo de los secuestros

Si bien la “Noche de los Lápices” se asocia popularmente con la lucha por el boleto estudiantil, hay que aclarar que este derecho ya se había conseguido. Los estudiantes no fueron secuestrados mientras reclamaban por el boleto, sino por su militancia en agrupaciones estudiantiles como la Unión de Estudiantes Secundarios (UES)

El boleto estudiantil había sido otorgado a fines de 1975, después de intensas movilizaciones de los estudiantes secundarios de La Plata y consistía en un 50% de descuento sobre la tarifa normal. Fue una de las primeras medidas que anuló la dictadura militar que asumió en marzo de 1976.

Aunque los reclamos cumplieron con su objetivo -que se repusiera el boleto estudiantil-, los jóvenes quedaron en la mira de las fuerzas comandadas por Camps y Etchecolatz quienes se propusieron castigar la organización política y social de la juventud, no un reclamo puntual.

La Noche de los Lápices

El operativo de la noche del jueves 16 de septiembre de 1976 -y que se extendió a lo largo de una semana- no solo consistió en los secuestros, sino también en un circuito de tortura y desaparición.

Los jóvenes detenidos -recordamos, todos eran menores de edad- fueron llevados a centros clandestinos de detención como la Comisaría de Arana (en Villa Elvira), el Pozo de Banfield y el Centro Clandestino de Detención “La Cacha” (pegado a la Cárcel de Olmos, en las afueras de La Plata). Nunca fueron hallados los restos de los seis desaparecidos.

Pasaron 49 años y la Noche de los Lápices sigue siendo el mayor símbolo de la persecución de la dictadura militar hacia los jóvenes. Por eso cada 16 de septiembre se conmemora el Día Nacional de la Juventud en Argentina en homenaje a los adolescentes que fueron víctimas del terrorismo de Estado. Además es una reafirmación de la lucha por los derechos humanos, la memoria, la verdad y la justicia.

En un libro y en la pantalla

La Noche de los Lápices fue un sangriento capítulo que la dictadura militar intentó silenciar, incluso, tras el regreso de la democracia en 1983. Fundamental para develar aquel horror fue el libro de la periodista María Seoane y el sobreviviente Héctor Ruiz Núñez -”La Noche de los Lápices”, publicado en 1986- que al año siguiente sería el guion de la película de Héctor Olivera, también con el mismo nombre.

Tanto para el libro como para el filme, el testimonio de Pablo Díaz fue esencial para conocer la verdad. Tenía 17 años cuando fue secuestrado de su casa en la ciudad de La Plata, el 21 de septiembre de 1976, paradójicamente el Día del Estudiante.

Aunque gran parte de los tres meses que estuvo secuestrado los pasó con una venda en sus ojos y las manos atadas, Díaz pudo reconstruir que lo llevaron a varios centros clandestinos de detención como Arana, el Pozo de Banfield y el Pozo de Quilmes. En uno de ellos -el Pozo de Banfield- estuvo pared de por medio con otra secuestrada, María Claudia Falcone, escuchando su voz con los ojos vendados. Ella tenía 16 años recién cumplidos. Nunca más apareció. Esa conmovedora escena fue interpretada en la película de Olivera por Alejo García Pintos y Vita Escardó.

Pablo Díaz fue liberado el 29 de diciembre de 1976, cuando fue puesto a disposición del Poder Ejecutivo Nacional. Y desde el regreso de la democracia dedica su vida a que el mundo conozca esta trágica página de la historia argentina.

Las víctimas

  • Claudio de Acha. Nació el 21 de septiembre de 1958. Ingresó al Colegio Nacional en 1972. En 1974 se incorporó en la UES. Fue secuestrado el 16 de septiembre de 1976 a los 17 años, continúa desaparecido.
  • María Claudia Falcone. Nació el 16 de Agosto de 1960. Ingresó al Bachillerato de Bellas Artes en 1973. Militaba en la UES. La secuestraron el día 16 de septiembre de 1976 a los 16 años, continúa desaparecida.
  • Horacio Ungaro. Nació el 12 de mayo de 1959. En 1971 ingresó a la Escuela Normal Nº. 3. Militaba en la UES. Lo secuestraron el 16 de septiembre de 1976, tenía 17 años, continúa desaparecido.
  • Daniel Alberto Racero. Nació el 28 de Julio de 1958. Ingresó en 1971 a la Escuela Normal Nº 3. Un año después se incorpora al Movimiento de Acción Secundaria (MAS) y en el verano del ‘73 a la UES. En 1976 se inscribió en el Industrial Modelo de Berisso para cursar Tornería Mecánica. Lo secuestraron el 16 de septiembre de 1976 a los 18 años, continúa desaparecido.
  • María Clara Ciocchini. Nació el 21 de abril de 1958. Estudiaba en el Bachillerato de Bellas Artes y en 1973 se incorporó a la UES. La secuestraron el 16 de septiembre de 1976 a los 18 años, continúa desaparecida.
  • Francisco López Muntaner. Nació el 7 de Septiembre de 1960. Ingresó en 1974 al Bachillerato de Bellas Artes. Militaba en la UES. Lo secuestraron el 16 de septiembre de 1976, tenía 16 años, continúa desaparecido.
  • Pablo Díaz. Nació el 26 de junio de 1958. En 1972 ingresó al colegio José Manuel Estrada. Militó en la Juventud Guevarista. Lo secuestraron el 21 de septiembre de 1976. Estuvo detenido a disposición del Poder Ejecutivo Nacional y liberado en 1980.
  • Emilse Moler. Alumna del Bachillerato de Bellas Artes. Militante de la UES. Fue secuestrada el 17 de septiembre en su casa, a los 17 años. Estuvo detenida a disposición del Poder Ejecutivo Nacional y liberada en 1978.
  • Patricia Miranda Alumna del Bachillerato de Bellas Artes. No tuvo militancia política. La secuestraron el 17 de septiembre de 1976, a los 17 años. Estuvo detenida a disposición del Poder Ejecutivo Nacional hasta 1978.
  • Gustavo Calotti. Estudiante del Colegio Nacional, había militado en la UES pero en 1976 ya se había desvinculado y estaba más próximo a agrupaciones de izquierda. Era empleado de la Policía bonaerense cuando fue secuestrado el 8 de septiembre de 1976. Estuvo a disposición del Poder Ejecutivo Nacional hasta 1979.

Fuente: Con información de DIB

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