
Las consecuencias familiares son devastadoras: 166 hijos e hijas quedaron sin madre, más de la mitad menores de edad. En cuanto a los agresores, el 59% eran parejas o exparejas, y el espacio más inseguro continúa siendo la vivienda compartida: 63% de las mujeres fueron asesinadas en su propio hogar.
Aunque la violencia de género atraviesa todo el territorio, la provincia de Buenos Aires vuelve a encabezar el registro absoluto de casos, seguida por Santa Fe, Córdoba y Chaco.
El Observatorio también advirtió sobre la circulación en redes sociales de contenidos misóginos y violentos, presentados como “pseudo publicidades”, que banalizan la eliminación de mujeres como si fueran objetos descartables.
El 24 de septiembre, los crímenes de Morena Verri, Brenda Loreley del Castillo (20 años) y Lara Gutiérrez (15 años) en Florencio Varela volvieron a exponer la compleja trama que cruza violencia de género, explotación sexual, narcocriminalidad y redes de trata.
Narcocriminalidad y perspectiva de género
Desde 2023, la organización registró 70 mujeres asesinadas en contextos vinculados al narcotráfico, un fenómeno que consideran debe tipificarse como categoría específica de femicidio. “Las redes narco utilizan a las mujeres como objetos para sus fines, hasta la muerte misma”, advierten.
Datos adicionales
– 25 víctimas habían denunciado previamente a su agresor.
– 9 femicidas tenían medidas cautelares vigentes.
– 16 agresores eran integrantes o ex integrantes de fuerzas de seguridad.
– 6 víctimas estaban en situación de trata o prostitución.
– 8 casos presentaban indicios de abuso sexual.
– 2 víctimas pertenecían a pueblos originarios y 5 eran migrantes.
– 1 víctima estaba embarazada.
– 19 femicidas se suicidaron tras el crimen.
– 15 casos estuvieron vinculados al narcotráfico.
Una violencia estructural
Desde La Casa del Encuentro responsabilizan al sistema patriarcal, los discursos de odio en redes y la falta de políticas públicas por la persistencia de estos crímenes. Denuncian que en los últimos años se desmantelaron programas de protección y prevención, mientras la violencia sigue cobrando vidas.
“La violencia de género no es un tema de inseguridad, es un tema de derechos humanos. No queremos seguir sumando víctimas. Nunca tendrán la comodidad de nuestro silencio. Por ellas, siempre”, concluye el comunicado.
Fuente: Con información de Infogei