
El Ministerio de Salud de la Nación pidió intensificar la vigilancia epidemiológica y completar los esquemas de vacunación frente al incremento de diagnósticos de tos convulsa en distintas provincias y al impacto que la enfermedad está teniendo en los grupos más chicos. Según el último informe nacional, ya se registraron cuatro muertes en menores durante este año.
En paralelo, el Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires confirmó un aumento de contagios en varias regiones sanitarias. El brote dejó cinco fallecidos y 181 casos confirmados, y la cartera provincial advirtió que la cobertura de vacunación se encuentra por debajo de la meta prevista en gran parte del territorio.
En San Nicolás, las dosis del calendario nacional se aplican de manera gratuita en el Cempre, el Hospital San Felipe, los hospitales de zona norte y el Sanatorio GO. El esquema contempla aplicaciones a los 2, 4 y 6 meses, un refuerzo entre los 15 y 18 meses, otro a los 5 años y una nueva dosis a los 11 años. También deben vacunarse las embarazadas a partir de la semana 20, el personal de salud que trabaja con menores de un año —con una dosis cada cinco años— y los convivientes de recién nacidos prematuros de menos de 1.500 gramos.
Los especialistas recuerdan que los adultos pueden contagiar incluso con síntomas leves y que, en vacunados, la enfermedad suele presentarse como una tos prolongada que puede durar hasta diez semanas. En lactantes, el cuadro suele ser atípico y puede incluir pausas respiratorias o coloración azulada por falta de oxígeno, generalmente sin fiebre o con fiebre mínima.
El riesgo aumenta en menores de seis meses, especialmente en prematuros, niñas y niños sin esquema completo y bebés cuyas madres no recibieron la vacuna durante el embarazo. Por eso, las autoridades refuerzan la recomendación de actualizar los esquemas, consultar ante síntomas persistentes y sostener la inmunización como herramienta clave para evitar complicaciones graves en los más chicos.



