El intendente Santiago Passaglia se presentó ayer en la Cámara de Diputados de la Provincia con la intención de reasumir en su banca -que había dejado para hacerse cargo del Municipio-, pero la diputada María Belén Malaisi, que lo reemplazó, se sentó en ella y lo dejó esperando la posibilidad de recuperar el escaño.
Passaglia reclamó el derecho de reasumir como diputado, que lo había anunciado horas antes a través de sus redes sociales, pero el presidente de la Cámara, Alexis Guerrera no lo autorizó.
El jefe del bloque de Unión por la Patria, Facundo Tignanelli pidió que se verifique el pedido de Passaglia, pero Guerrera argumentó que para la Cámara aún es intendente, porque a pesar de haber presentado una nota pidiendo reasumir, no tiene licencia como intendente, la que debe aprobar el Concejo Deliberante.
Passaglia fue el principal protagonista de un escándalo cuando reclamó de viva voz y Guerrera le advirtió que, si causaba desorden, lo haría retirar por el personal de seguridad de la Cámara.
“Le voy a pedir que no violente esta situación. Retírese del recinto. Usted no es diputado en este momento”, enfatizó Guerrera.
Luego, el presidente de la Cámara explicó que la Ley Orgánica de las Municipalidades, en su Artículo 7°, establece que “las funciones de intendente y concejal son incompatibles con las de gobernador, vicegobernador, ministros y miembros de los poderes legislativo o judicial nacionales o provinciales”. Es decir, que Passaglia no puede ser intendente y diputado a la vez.
Así las cosas, entre reproches y con seguridad de por medio, Santiago Passaglia no pudo asumir su banca y su discurso quedó limitado a sus redes sociales y al minuto de fama en plena sesión de la Legislatura.



