
El Gobierno nacional implementará a partir del 1° de enero de 2026 un nuevo esquema de subsidios a la energía eléctrica y al gas natural, que reemplazará al actual sistema de segmentación por ingresos. El objetivo, según lo informado oficialmente y replicado por distintos medios económicos, es simplificar el régimen vigente y focalizar la asistencia estatal en los hogares de menores recursos.
Dos categorías en lugar del esquema actual
Hasta ahora, los subsidios se organizaban en tres niveles según los ingresos declarados por los usuarios. Con el nuevo esquema, esa segmentación será eliminada y se pasará a una clasificación más directa:
hogares con subsidio y hogares sin subsidio.
De acuerdo con la información difundida por la Secretaría de Energía y replicada por diversos medios especializados, quedarán excluidos del beneficio los hogares cuyos ingresos superen el equivalente a tres canastas básicas totales. Según los valores actuales publicados por el Indec, ese umbral se ubica en torno a los $3,6 millones mensuales, aunque el monto exacto puede variar en función de las actualizaciones periódicas del organismo.
Quienes superen ese nivel de ingresos deberán afrontar el costo pleno de las tarifas, tanto en electricidad como en gas natural.
Un esquema de transición durante 2026
El nuevo régimen prevé una etapa de transición a lo largo de 2026 para amortiguar el impacto del cambio. Durante enero, los hogares que conserven el subsidio contarán con una bonificación adicional excepcional, tanto en el servicio eléctrico como en el gas.
Ese refuerzo se irá reduciendo de manera gradual mes a mes, hasta desaparecer hacia fines de 2026, momento en el que quedará vigente únicamente el esquema definitivo de subsidios parciales.
Límites de consumo y tarifa plena
Según lo informado, los hogares que mantengan el subsidio tendrán cubierta solo una porción del consumo, definida a través de bloques o topes mensuales. El consumo que supere esos límites será facturado a tarifa plena.
En tanto, los usuarios que no accedan al régimen de asistencia abonarán desde el inicio el costo total de los servicios, sin aporte estatal.
Un cambio con impacto progresivo
Desde el Gobierno sostienen que el nuevo esquema busca ordenar el sistema de subsidios y hacer más eficiente el uso de los recursos públicos, en un contexto de revisión del gasto estatal. Distintas coberturas periodísticas coinciden en que el impacto será gradual, aunque dependerá de la evolución de los ingresos familiares, los niveles de consumo y las futuras actualizaciones tarifarias.
El nuevo esquema comenzará a regir en enero de 2026 y su implementación será monitoreada durante todo el año, con eventuales ajustes según el comportamiento de las variables económicas y energéticas.



