Como les pasa a muchos empresarios, Nicolás Schirmer empezó en el rubro de los anteojos casi por casualidad. Desde muy chico su sueño era tener una marca propia y lo consiguió luego de encontrar un nicho y apostar a él. De vender ropa en el garage de su casa pasó a crear la marca de lentes que hoy elijen famosos como Fito Páez, Cande Molfese, Pedro Alfonso, Gonzalo Heredia, Santiago Artemis, Benjamín Rojas, Sofía Martínez y Brenda Gandini, entre otras figuras.
Lo que empezó como un showroom en el garage de su casa es hoy una empresa argentina que presentó un crecimiento sostenido durante los últimos años y desembarcó en El emprendedor charló sobre el nacimiento de la marca, cómo fue el desarrollo del proyecto y del sueño de conocer al Kun Agüero.
-¿Qué hacías antes de crear Hardem?
-Desde chico fui emprendedor y siempre busqué mi independencia económica. En el 2005, cuando todavía no existía el concepto de “showroom”, comencé mi propio espacio multimarca en el que vendía ropa y todo tipo de accesorios en el garage de mi casa. También tuve una academia de tenis social con un amigo con más de 350 alumnos y ya más avanzado en la carrera de marketing empecé a brindar asesoramiento a PyMEs. Pero mi sueño siempre fue tener una marca propia.
-¿Cómo nació Hardem?
-Durante mucho tiempo me llamó la atención las formas en las que el público consumía accesorios de lujo. No buscan únicamente satisfacer la necesidad de tener un accesorio, sino que lo ven como un reflejo de su identidad en la moda, un estilo propio y, por qué no, una demostración de su nivel socioeconómico también. Con los anteojos comenzaba a pasar lo mismo.
Detectaba que el lente dejaba de ser considerado como un objeto técnico de uso y que comenzaba a ser un accesorio coleccionable, algo que ocupaba un rol clave en la moda de las personas. A la vez, los pocos lentes “onderos” o “estilosos” que se ofrecían en la Argentina eran de baja calidad, lo que hizo que encuentre un nicho muy marcado: un consumidor que busca anteojos de diseño vanguardista que cuiden su vista y que está dispuesto a pagarlo.
Así es como Hardem da sus primeros pasos en 2015 y, a finales de 2016, presentamos nuestra primera colección. Nuestro diferencial se basa en que elaboramos productos de excelencia, ofreciendo un resultado distinto al resto. A diferencia de otras marcas, todos nuestros anteojos de sol son polarizados y contienen protección UV400. Cabe destacar que fuimos los pioneros en el uso de cristales de colores para nuestros lentes de sol.
-¿Qué fue lo más difícil de emprender?
-Ser emprendedor en la Argentina requiere nervios de acero. El principal obstáculo fue el financiero ya que Hardem siempre contó con capital propio. El lead-time de producción en la industria óptica son mínimo 4 meses, ya que es un proceso artesanal en Argentina. El mercado está acostumbrado a tener plazo de pago, por lo que los días en la calle son un desafío constante en un contexto inflacionario. Sumado a esto, todos los insumos son importados, volviéndose una variable incontrolable más en el negocio y siendo las opciones muy limitadas.
Nuestro peor enemigo siempre fue y sigue siendo la desinformación. Frente al poco conocimiento que hay de la industria, la gente suele comparar por precio y no por calidad, siendo la vista un sentido tan importante.
Fue desafiante encontrar ópticas que confíen en la marca desde un principio (como con cualquier novedad en el mercado) e imponer que compren la colección entera. La clave estuvo en presentar desde el comienzo una colección completamente polarizada con marcos de acetato, sin olvidarnos que el servicio posventa iba a ser nuestra principal ventaja competitiva. Nos interesaba que nos comprara una vez, sino que nos vuelva a comprar.
-¿Cómo empezaste a llegar a los famosos?
-Cinco años atrás, cuando se dio el despegue de Hardem en redes sociales, el tipo de relacionamiento con influencers era distinto al que es ahora. Las relaciones no eran tan comerciales como son hoy en día, recién comenzaban las acciones por “canje” y en Hardem pudimos aprovechar esa ola de relacionamiento que había entre marcas e influencers. De alguna forma, era más “permeable” el realizar amplificaciones por canje y seguían teniendo ese gusto a “novedoso”. Así es como, a través de mensajes de Instagram y algún que otro número, comenzamos a llegar con Hardem a diferentes influencers o celebrities.
Un gran punto a favor fue que nuestro producto nunca fue un overpromise. Cuando recibían el producto, les sorprendía siempre para bien: desde lo esencial del producto como el diseño y la calidad, hasta los detalles que conformaban la experiencia de unboxing. Superaba expectativas y eso nos impulsa cada vez más, generando otro nivel de vínculo con los influencers o celebrities que se ve reflejado en la calidad del contenido que crean, las conversaciones que mantenemos, el ida y vuelta.
-¿Tenías el sueño de conocer a algún famoso? ¿Lo conseguiste?
-Como buen fanático del fútbol – y de Independiente – no te voy a mentir que me encantaría conocer al Kun Agüero. Es alguien muy contemporáneo para mí porque compartimos la misma edad, y eso hace que su trayectoria me impacte aún más. Me acuerdo perfecto de todos los momentos en los que lo vi destacarse en la cancha de Independiente. Desde ahí que futbolísticamente me empezó a encantar, sumado a la tremenda carrera que hizo en Europa después también. Y más allá de su talento, siempre me pareció también alguien muy divertido, me inspiran su historia de vida y de progreso; son cosas que me generaron mucha empatía. Sería un gran objetivo cumplido si llego a hacerle un asado alguna vez al Kun (risas).
-Comentanos un poco de tus cápsulas con famosos e influencers
-Elegimos colaborar en cercanía con influencers o celebrities para ofrecer a nuestro público una experiencia diferente y exclusiva al elegir sus lentes. Creo que siempre hay un Hardem para cada rostro, y esta diversidad merece una variedad igualmente amplia de diseños, y al asociarnos con estos perfiles, logramos una gama única de estilos.
Lo más importante es que buscamos trabajar con influencers o celebrities que compartan los mismos valores que Hardem; priorizando siempre la calidad del producto y diseños que sean vanguardistas. Estas collabs nos dan la oportunidad de crear anteojos únicos y representativos del estilo de cada perfil. Su participación activa en el proceso creativo (la elección de diseños, combinaciones de colores de acetatos y de cristales) es clave para que cada creación sea una expresión auténtica de su estilo personal.
Fuente: Con información de TN