Espectáculos

Gustavo, el arquitecto de las emociones

Cerati cumpliría hoy 65 años y lo recordaremos en su fase mas inolvidable

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El 11 de agosto de 1959 nacía Gustavo Adrian Cerati Clark en Palermo Chico, Buenos Aires. Único hijo varón de una familia de tres hermanos. Sus padres Juan José y Lilian con ascendencias italianas e irlandesas respectivamente comenzaron su labor enviándolo a temprana edad al jardín y posteriormente a la escuela estatal cercana a su vivienda donde desde la primera hora sus dotes artísticos se hicieron notar, con el transcurso de los días e incluso años sumergido en aprender a leer y escribir en su niñez  desarrolló su amor por los cómics que luego derivó en convertirse en dibujante con una edad menor a la de un adolescente. Sus dibujos oscilaban entre Batman, Flash y Superman que eran los héroes que en ese entonces inundaban las calles, los puestos de diarios y cada tanto en la televisión. Fanático empedernido de la lectura, compraba fascículos de lo que sea y los guardaba con la excusa de que en algún momento les iba a servir o quizás podría ayudar a sus futuros hijos. Desde chico la religión y todo concepto pertinente estuvo en la vereda de enfrente, no le llamaba su atención y sus padres tampoco obligaron a seguir un camino a temprana edad por más que sus hermanas ya tomaban clases en la parroquia zonal.

Su padre, curioso musical, junto con un entorno declarado melómano les trajo a sus oidos la maravillosa música de Los Beatles. El primer tema que lo revolucionó fue “Twist & Shout”, se puede decir que a partir de ahí la música lo absorbió por completo al punto de pedirle plata a sus padres todas las semanas para comprar vinilos con compilados de los temas del momento. Durante fines de los 60 y principios de los 70, la música llegaba a Argentina en cuentagotas y las compañías decidieron lanzar vinilos y casettes con los temas del momento a causa de que conseguir el disco entero de una banda en particular tardaba semanas o meses.

En su adolescencia continuando con la admiración hacia los 4 de Liverpool se le sumo el furor de The Police, momento bisagra en su carrera dado que dicha banda fue quien lo impulsó a formar el trío que se conocería como Soda Stereo en 1982. Y en ese año comenzó la historia de uno de los tríos musicales de toda América, con su álbum debut ya deslumbró a propios y extraños con sus ritmos psicodelicos, sus letras graciosas y un sonido particular que sería una insignia a lo largo de toda su carrera.

La aparición de dos grandes artistas en diferentes áreas sumado a la conducción desde el estudio de un maestro de la producción hizo posible que Gustavo Cerati absorbiera conocimiento en demasia para sus composiciones futuras de Soda Stereo y su carrera solista.
Cuando conoció a Daniel Melero lo primero que le asombró fue su visión futurista a nivel sonoro la cual sobre todo en su carrera solista supo exponer. Además desde el primer momento sabían que serían grandes compañeros de aventuras al reversionar junto a Soda Stereo un clásico de Melero llamado “Trátame suavemente”.
El punto estético de Gustavo ya sea de indumentaria y en todo concepto lo heredó de Alfredo Lois, para muchos conocido como el “cuarto Soda” quien estuvo a cargo de varios videos de la banda así como el arte de tapa y disco de varios ejemplares a lo largo de su carrera. Lo más recordado sea probablemente la dirección del video de “En la Ciudad de la Furia” o la tapa de “Ruido Blanco” y “Doble Vida” . Por último el aprendizaje del viaje musical de Cerati no podría haber sido mejor guiado que de la mano de “Tweety” González, un músico polifuncional con amplio conocimiento en géneros musicales e instrumentos que llevaron a la banda y posteriormente a el como solista a alcanzar el sonido característico que se impregnó en nuestras mentes. Tweety acompañó a Gustavo hasta el final de su carrera ya sea en su función de músico invitado, productor o ingeniero de sonido.

A partir de los años 90 comienza la bifurcación de la carrera de Cerati y por ende a su vez su búsqueda por nuevos sonidos se agudizó. Por un lado con Soda Stereo, ya en su apogeo absoluto, rodaba por toda América con los hits logrados en sus primeros discos. Y por el otro, de forma particular e individual en sus ratos alejado de la banda en dichos viajes comenzaba la producción de su primer disco solista. No es casualidad que en el año 1992 Soda Stereo editara su álbum “Dynamo”, un disco completamente disruptivo a la época y a la banda en la cual la mezcla del sonido electrónico y las guitarras grunge formarán de la primavera inicial que marcó grandes momentos de nuestras vidas. Así también un año más tarde con la ayuda de Daniel Melero, Gustavo sacaba su primer disco solista denominado “Amor Amarillo” el cual provocaba una amalgama de ritmos en dónde elaboró un tema para su hija e invocó a una de las plumas más grandes de la Argentina en su versión de “Bajan” de Luis Alberto Spinetta.

Los años transcurrían la popularidad continuaba en crecimiento así como el respeto de sus pares y el público perteneciente al género del rock observaba la gestación de una deidad musical que indicaría el rumbo a grandes talentos nacionales. En el año 1997 ocurrió la primera despedida, la avenida 9 de julio fue testigo fiel de la personificación de la masividad y escuchó por primera vez un “gracias totales”  que indicaba el final de la banda que había creado. Una carrera de casi 15 años en dónde Gustavo Cerati, Zeta Bosio y Charly Alberti dedicaron su vida a alegrar a la gente, a conmoverla y sobre todo a creer en ellos mismos, mensaje trillado en la actualidad pero por aquel entonces las cosas eran mucho más retraídas ante la mirada ajena o al prejuicio incoherente de la sociedad.

Intentó entrar en el mundo de la música electrónica a finales de los 90 pero sintió cierta incomodidad al hacerlo aunque hubo fiestas recordadas en el under de Buenos Aires. Durante 1999 trajo su “Bocanada” de aire fresco a nuestras vidas con una mezcla de sonidos eléctricos y acústicos siempre bajo el marco futurista, destilando acordes y repeticiones que en el futuro se convertirian en temas iconicos e himnos.

Con la llegada del nuevo milenio el éxito seguía su cauce y con el aparecían nuevos excesos o agrandamiento de los ya existentes pero de todas formas continuo realizando música. En el 2002 sale “Cosas Imposibles” probablemente el disco más bailable rítmicamente hablando de su discografia, con un corte de difusión que llevaba el nombre del disco y un vídeo colorido que hacía alusión a su búsqueda musical, lo industrial llegaba para quedarse por un tiempo sobre todo a la hora de los conciertos.

En el año 2007 el continente americano iba a vivir la experiencia masiva del furor del trío argentino con su regreso en su gira llamada “Me verás volver” en la cual recorrió más de 15 de países en los diversos subcontinentes de América. La gira duro dos meses intensos y finalizó en diciembre en el estadio de River Plate en el mismo año. Luego de esa hora la banda se separaría nuevamente.

Con “Ahí vamos” se marcó una madurez en el sonido y cierta oscuridad aparecía en sus letras pero continuaba con un sonido claro y limpio característico de su carrera. Dicho álbum tiene frases célebres en demasía y el mensaje próspero y consciente fluyó en esta magistral obra. Luego llegó “Fuerza Natural”, su disco más íntimo, el cual era ideal para escuchar con la luz apagada mirando el techo o esperando dormir. Sus letras predicaban un estado emocional elevado y junto a el un aura de complacencia que solo aquellos fieles sabían apreciar.  Durante la gira de dicho álbum en mayo del 2010 al finalizar uno de sus conciertos en Caracas(Venezuela), Gustavo sufrió un malestar corporal que derivó en un ACV y fue trasladado de inmediato a una reconocida clínica de Buenos Aires para seguir con el tratamiento pertinente. Fue inducido a un coma del cual jamás despertó. Durante años su madre Lilian agradeció el apoyo de cada uno de los fieles que se hicieron presentes en el recinto donde peleaba por su vida. Cada 11 de agosto miles de personas se juntaban con el fin de inmortalizar la canción llamada “Puente” y de alguna forma lograr que despierte. El fulgor de todas esas personas hizo que él, en su estado, sintiera el amor popular que había germinado a lo largo de varias generaciones. El 4 de septiembre del 2014 al mediodía, Mario Pergolini desde su programa de radio cortó la rutina del día para informar que Gustavo Cerati había fallecido, un segundo después se inmortalizó, la ciudad sumergida en la vorágine diaria quedó absorta ante semejante noticia, la sociedad solo pensaba en una sola persona, en Lilian, en aquella madre que fue símbolo de esperanza ante una lucha que arranca en derrota. “Mamá sabe bien perdí una batalla” pero el cielo ganó a su guardian.

Nuestro guardian de guitarras supo llenarnos aquellos vacíos que solo daban lugar a la vanguardia ya sea con sus sonidos de instrumentos, ritmos o la poesía característica de su pluma. Su colaboración con Bajofondo para “El Mareo”, con Emanuel Horvilleur en “19” o con Leo García en “Tesoro” son algunas muestras de la impronta y marca registrada de su arte que impregnó la musicalidad de sus colegas convirtiendo sus temas en canciones aclamadas en los medios así como en el alma de sus fanáticos. Por el lado de la música en vivo durante los años 90 se reunió un triunvirato colosal entre Charly Garcia, Fito Paez y él para realizar temas populares de sus respectivas carreras donde el momento especial fue en “Cerca de la revolución”. Una versión digna de los dioses de “En la Ciudad de la Furia” con Shakira en el concierto de Mundo Alas. Y también es imposible no destacar “Bajan” y “Té para tres” en el recital de la Bandas Eternas de Luis Alberto Spinetta. “Si hay un sueño cumplido, es este” reclamaba Gustavo ante uno de sus maestros tras tocar un tema eterno en un recital inolvidable.

En el episodio sinfónico en el cual nuestro corazón se puso en evidencia al ver no pasar el temblor producto de tu no despertar provocó que una ciudad repleta de enojo se envolviera en signos de angustia y soledad donde la música se volvió lenta y el acercamiento entre los seres no expresaron su luz, camara y acción, pero la excepcion fue ocasionada a través de un medium que creo el puente o artefacto que emociona nuestras vidas al escucharte. Los edificios tienen su picnic en el 4B, quienes aprecian tu música padecen tu magia a pesar de que le faltan vitaminas, porque más allá del crimen sentimental que ocasionó tu partida nuestro deja-vu más cotidiano es el lago cielo que dejas con tu música.

Desde la zona de promesas, dónde estés, feliz cumpleaños. Gracias por venir. Por existir.

Fuente: Por Mariano Kane

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