Un nuevo incidente en la Hidrovía Paraná-Paraguay tuvo lugar este fin de semana cuando un buque granelero quedó varado entre San Nicolás y Ramallo, colapsando el tráfico fluvial durante 12 horas. El barco, identificado como el AP Revelin, de 180 metros de eslora y bandera croata, transportaba 32 mil toneladas de soja con destino a Turquía y quedó varado en el kilómetro 341,8 del cauce del Paraná, afectado por la pronunciada bajante del río.
Este tipo de situaciones se ha vuelto recurrente debido a la bajante histórica del Paraná, agravada por la falta de un dragado eficiente. La embarcación, con un calado de 9,54 metros, excedía el límite de 8,88 metros impuesto por la Prefectura Naval Argentina debido a las condiciones hidrológicas actuales.
El incidente se resolvió con la intervención de un remolcador, pero no sin dejar en evidencia los problemas estructurales que afectan la navegación en la hidrovía, una de las principales arterias comerciales del país. Se estima que al menos cinco embarcaciones con calados superiores a 10 metros permanecen detenidas en la región, incapaces de navegar debido a la bajante, afectando gravemente el flujo de exportaciones.
Además, se ha señalado una falta de eficiencia en el dragado a cargo de la empresa Jan De Nul, que ha reclamado al Estado por una deuda impaga. La situación se agrava con la proyección de un invierno seco debido a las escasas precipitaciones en Brasil, lo que ha reducido aún más el caudal del Río Paraná.
Ante este escenario, la administración de Javier Milei ha anunciado que prepara un proceso licitatorio para mejorar el dragado y balizamiento de la hidrovía, clave para mantener la viabilidad de las exportaciones nacionales.