Acindar Villa Constitución puso en marcha su plan de paradas rotativas en sus principales plantas de producción, un proceso que se extenderá por las próximas tres semanas. Al mismo tiempo, logró un acuerdo con el gremio para abordar posibles suspensiones en los próximos cuatro meses, aunque hasta la fecha no se han decidido.
El objetivo de este acuerdo es mitigar el impacto sobre los trabajadores y evitar despidos. Esto implica la posibilidad de establecer ceses rotativos para aquellos que no tienen vacaciones o días libres pendientes, considerando también las situaciones personales.
A diferencia de la parada anterior, que se llevó a cabo de mediados de febrero a mediados de marzo, esta vez la duración será menor, con un máximo de tres semanas. “Incluso, algunos sectores pueden parar aún menos”, aseguró la empresa.
La pausa en las operaciones se realizará de manera escalonada durante tres semanas, siguiendo un esquema de parada de la acería y de sus laminadores. La empresa espera reanudar la producción normal el 15 del corriente, haciendo de esta una parada selectiva y más corta que la de principios de año.
El acuerdo de suspensiones con la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) es lo suficientemente amplio como para permitir su ejecución en caso de ser necesario, pero no implica que se vaya a aplicar inmediatamente. En caso de suspensiones, estas se darán siempre en el marco del acuerdo entre la empresa y el gremio, vigente de julio a octubre.
Las suspensiones serán rotativas, por lo que el personal eventualmente afectado no dejará sus funciones durante todo el período de la parada. Además, algunas actividades continuarán más allá de la pausa en la producción de la acería para ajustar su producción a la demanda reducida y desarrollar nuevos segmentos de comercialización o expandir las exportaciones para compensar la caída del mercado interno.
La primera parada del año se produjo a mediados de marzo, cuando la empresa registró una reducción abrupta en las ventas. Las plantas de Acindar estuvieron inactivas entre el 18 de marzo y el 16 de abril, período en el cual se realizaron tareas programadas y capacitaciones en seguridad.
Sin embargo, tras la reapertura, la siderúrgica no experimentó una mejora en la demanda. En respuesta, la compañía lanzó un plan de retiros voluntarios y redujo sus turnos de producción de cuatro a tres por día.
El acuerdo con la seccional Villa Constitución de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) se gestó ante la realidad de que la planta está operando al 40% de su capacidad, y se estima que la producción anual de 2024 podría ser incluso menor que la de los años de pandemia.
