
Durante la madrugada del lunes, un violento robo sacudió a la comunidad de San Nicolás. La víctima fue José Daniel Najar, de 60 años, propietario del reconocido Autoservicio Malvinas, quien fue sorprendido en su domicilio particular por al menos dos personas armadas.
El hecho ocurrió alrededor de la 1:30 de la madrugada, cuando el comerciante se encontraba descansando y escuchó ruidos provenientes del patio. Al salir a verificar, fue reducido por los intrusos, quienes lo tiraron al piso, lo ataron de pies y manos y lo agredieron físicamente con golpes en la cabeza y amenazas con prenderlo fuego, luego de rociarlo con alcohol. Según la denuncia radicada en la DDI local, el hombre fue intimidado con un arma de fuego y obligado a entregar las llaves de su comercio, ubicado a pocas cuadras, en Avenida Savio al 1200.
Mientras uno de los delincuentes permaneció en el domicilio custodiando al damnificado, el otro se dirigió al supermercado, donde sustrajo dos cajas de seguridad con aproximadamente 200 mil pesos, un DVR con las grabaciones de seguridad, un router de internet y un celular Samsung A14 negro. Para facilitar el acceso, la víctima fue forzada a brindar la clave de alarma del local y señalar la ubicación de las cajas fuertes.
El comerciante, quien tiene antecedentes cardíacos y se encontraba solo, fue retenido por más de una hora. Pese a no haberse resistido y haber ofrecido sus pertenencias personales, fue golpeado y sometido a un trato violento, según relataron sus familiares. Recién después de que los delincuentes se retiraran, logró desatarse por sus propios medios.
El Grupo Táctico Operativo (GTO) trabaja en la investigación del caso, bajo intervención de la UFI N.º 12, mientras que hasta el momento no se reportaron detenciones. En cuanto a los agresores, se informó que uno de ellos llevaba un pasamontañas y no pudo ser reconocido debido al temor y la oscuridad en el momento del hecho.
Horas después del hecho, la familia Najar difundió un mensaje a través de redes sociales relatando lo sucedido y expresando su profundo malestar ante el ataque. En su comunicado manifestaron el dolor y la impotencia generados por el asalto, resaltaron el carácter familiar y trabajador del emprendimiento, y agradecieron la solidaridad recibida por parte de vecinos y clientes. También remarcaron que, a pesar del impacto económico y emocional, seguirán trabajando con esfuerzo para reconstruir lo perdido.
El hecho generó gran conmoción en el barrio y entre la clientela habitual del autoservicio, donde trabajan numerosas familias. La violencia del episodio se suma a otros casos recientes que preocupan por el grado de agresividad con el que actúan los delincuentes en la ciudad.