El viernes, en horas de la mañana, los trabajadores de Atanor se movilizaron para exigir la reapertura de la planta, clausurada desde el 20 de marzo tras una explosión que llevó a la intervención judicial.
Con el lema “Queremos trabajar”, los operarios demandan que la jueza Luciana Díaz Bancalari levante la medida cautelar solicitada por la ONG Foro por el Medio Ambiente (Fomea), que suspendió las actividades y dejó a los empleados sin trabajo.
“Somos 150 familias que necesitamos trabajar”, declararon hace unos días desde la seccional San Nicolás del Sindicato de Trabajadores de Industrias Químicas y Petroquímicas (SPIQyP).
Ricardo García, secretario general de SPIQyP, expresó su frustración: “Nosotros dependemos de esta planta para vivir. Esta situación no solo afecta a los trabajadores, sino también a sus familias y a la comunidad en general.”
La protesta se desarrolló de manera pacífica, con carteles y consignas que resaltaban la necesidad urgente de recuperar sus fuentes de ingreso. “No entendemos por qué se sigue prolongando esta medida cuando hemos demostrado que estamos dispuestos a cumplir con todas las normas de seguridad”, afirmó María López, trabajadora de Atanor.
El conflicto se originó cuando una explosión en la planta llevó a la clausura inmediata por razones de seguridad. Sin embargo, los trabajadores argumentan que han implementado todas las medidas necesarias para evitar futuros incidentes y que la planta está en condiciones de operar nuevamente.
“La seguridad es nuestra prioridad, pero también necesitamos trabajar”, agregó otro operario afectado.
El sindicato SPIQyP ha solicitado reuniones con las autoridades para buscar una solución que permita reactivar la planta sin poner en riesgo la seguridad de los trabajadores ni de la comunidad.
La manifestación fue parte de una serie de acciones planificadas por el sindicato para presionar a las autoridades judiciales y a la empresa a encontrar una solución rápida y efectiva