
Sin respuestas
Según relató la mujer, al principio, el nene ocultaba lo que pasaba al llegar con marcas a su casa, y decía que se había caído o golpeado solo. Con el correr de las semanas, contó lo que le hacían, y la mujer llegó a firmar unas 14 actas en la escuela. La respuesta de la institución fue cambiar de turno al niño, quien sigue teniendo contacto con los agresores.
Según relató la mujer, el menor está bajo tratamiento psicológico y no está yendo a la escuela del miedo que tiene y por las secuelas emocionales que ya presenta. Asimismo, contó que desde la institución le dijeron que el estudiante tiene que asistir igual para no perder regularidad y hasta amenazaron con denunciarla a ella.
Ante la gravedad de la situación, la mujer recurrió a los medios para visibilizar lo que ocurre con su hijo, ya que el bullying es una problemática que atraviesa la cotidianeidad de todas las instituciones educativas.
Fuente: Con información de DIB