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Cambios en el mercado inmobiliario: ya no es obligatorio informar el COTI antes de vender una propiedad

La medida elimina un paso burocrático y se enmarca en el nuevo esquema de flexibilización fiscal impulsado por el gobierno nacional. Especialistas aseguran que ya impacta en el movimiento del mercado y podría acelerar operaciones

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La eliminación del trámite del COTI (Código de Oferta de Transferencia de Inmuebles) marca una nueva etapa en las condiciones para vender propiedades en la Argentina. Así lo explicó el martillero público Fernando Beldevere, entrevistado en el programa “Es por acá” de FM 102.9 Cosa Cierta La Radio, al analizar cómo esta decisión incide directamente en el mercado inmobiliario.

“El COTI era una notificación obligatoria que debía hacer el titular del inmueble ante ARBA (o ante AFIP en su momento), informando que ponía a la venta su propiedad por determinado valor”, detalló Beldevere. Según explicó, ya no será necesario ingresar a la página de la AFIP con clave fiscal ni realizar este aviso previo, que muchas veces detenía operaciones si el titular tenía deudas impositivas pendientes.

“La eliminación del COTI se suma a la del ITI (Impuesto a la Transferencia de Inmuebles), lo cual implica que hoy hay dos trámites menos al momento de cerrar una operación inmobiliaria”, precisó el especialista. Desde su mirada, esta simplificación “facilita y agiliza las operaciones”, sobre todo para quienes no tienen clave fiscal activa o registran inconsistencias impositivas.

A nivel local, la medida ya comienza a reflejarse. “Desde agosto o septiembre del año pasado el mercado empezó a reactivarse, pero en enero de este año tuvimos un pico de operaciones que no se veía desde hace mucho. Fue récord”, indicó. Según Beldevere, esto se debe a la conjunción de créditos hipotecarios, mayor previsibilidad del dólar oficial y las nuevas normativas que acortan pasos burocráticos.

Uno de los cambios más significativos tiene que ver con la no obligatoriedad de justificar el origen de los fondos al momento de adquirir un inmueble. “Hoy no hay que declarar de dónde proviene el dinero, al menos hasta 200.000 dólares, y eso ya está vigente. Algunos escribanos lo piden como formalidad, pero no es obligatorio”, explicó.

Según su experiencia, esta medida abre el juego a sectores que tradicionalmente quedaban afuera. “No estamos hablando solo de grandes inversores. Hay comerciantes o profesionales que reciben ingresos que no siempre pueden justificar formalmente. Ahora pueden juntar dólares durante el año y usarlos para comprar sin pasar por el contador”, afirmó.

En cuanto a la percepción de los compradores, el martillero considera que el inmueble sigue siendo la inversión más segura: “Nunca bajó demasiado su valor, salvo en la pandemia o el 2001. Siempre resguarda el capital. Para mí, sigue siendo el refugio más sólido”.

Consultado sobre el comportamiento del público joven, Beldevere afirmó que se observan nuevas conductas de consumo. “Muchos chicos de 20 o 25 años no tienen en sus planes comprarse una casa. No quieren auto, no quieren atarse. Pero también hay una parte importante que sí sueña con tener su vivienda propia y sacan créditos a largo plazo con sus parejas. Hay un mix de realidades, pero la demanda existe”, describió.

El panorama también es favorable para quienes necesitan vender. “Si alguien tiene una propiedad y quiere venderla, hoy es un buen momento, va a obtener un mejor valor que el año pasado. Y si el objetivo es comprar, también es conveniente: los precios están estabilizados, hay crédito disponible y previsibilidad cambiaria.”

Por otra parte, la derogación de la Ley de Alquileres también tuvo efecto en el mercado. “Muchos propietarios dejaron de alquilar de forma permanente y se volcaron al alquiler temporario por plataformas como Booking o Airbnb. Ahora, con las nuevas condiciones, volvieron los contratos tradicionales y eso mejoró la oferta para inquilinos”, explicó.

Beldevere también remarcó que, si bien este año los desarrolladores están frenados por los altos costos, hay fuerte movimiento en la compra de lotes. “Se están haciendo de tierras para cuando se sinceren los valores. El año que viene se reactivará la construcción, sin dudas”, concluyó.

Desde su rol de profesional con 17 años en el rubro, Fernando Beldevere observa con optimismo este nuevo escenario. Asegura que las oportunidades existen, tanto para quien busca vender como para quien desea acceder a una vivienda. Y que, pese a los cambios de paradigma, la propiedad sigue siendo el objetivo de muchos argentinos.

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