Sociedad

Celebrar con conciencia: el desafío del Último Último Día

Cada año, los estudiantes del último año viven con entusiasmo el denominado “Último Último Día” (UUD), una tradición que marca el cierre de su etapa escolar. La jornada combina actos simbólicos, actividades recreativas y reflexiones sobre cómo celebrar con cuidado y responsabilidad

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En San Nicolás, los centros educativos coordinan con los estudiantes las actividades que se realizan durante la jornada. Entre las propuestas más habituales se encuentran muestras artísticas, recorridos por la escuela, fotos grupales, juegos y actos simbólicos que permiten a los jóvenes despedirse de manera colectiva y significativa. Algunas instituciones también incorporan talleres de reflexión sobre el cuidado personal y la convivencia, con la participación de docentes y profesionales de la psicología.

El UUD representa además un momento de reflexión para los alumnos y sus familias. Las escuelas suelen aprovechar esta fecha para recordar la importancia de la responsabilidad, la seguridad y el respeto por los demás durante los festejos. “El Último Último Día es un momento muy esperado, pero siempre insistimos en la importancia de celebrar con conciencia”, señaló una docente del nivel secundario de la ciudad.

Sin embargo, como ocurre con otros festejos estudiantiles, no todo es alegría. En distintas provincias se han registrado episodios de descontrol, consumo de alcohol y situaciones de riesgo, lo que llevó a las autoridades educativas a reforzar las campañas de concientización. En San Nicolás, varias instituciones optaron por acompañar la jornada con propuestas institucionales, priorizando el encuentro y la reflexión por sobre el exceso. Algunas organizan ceremonias de despedida, proyecciones de videos o lecturas de cartas escritas por los docentes, transformando el festejo en un espacio de cuidado y afecto.

Diversas instituciones colaboran para garantizar la seguridad de los jóvenes durante la jornada. Algunas escuelas implementan protocolos de control y supervisión, mientras que los centros de estudiantes promueven la participación colectiva y la diversión responsable. También se suman iniciativas como puestos de hidratación, espacios de descanso y recorridos seguros, dentro y fuera de los colegios, pensando en el bienestar de los alumnos.

Más allá de las actividades dentro de los establecimientos, muchos estudiantes eligen reunirse en espacios públicos o privados, por lo que la coordinación con las familias y las autoridades locales resulta fundamental para que la jornada transcurra sin incidentes y con respeto hacia la comunidad. La combinación de diversión y responsabilidad es clave para que este día se recuerde de manera positiva.

El Último Último Día combina emoción, alegría y despedida, pero también invita a los jóvenes a reflexionar sobre la importancia de asumir responsabilidades en cada etapa de la vida. Es un momento para valorar los vínculos creados, agradecer a docentes y compañeros, y aprender a celebrar con cuidado y conciencia.

En la ciudad, esta tradición sigue creciendo año tras año y se consolida como un momento significativo para la comunidad educativa. Los estudiantes cierran una etapa recordando que celebrar también implica respeto, cuidado y responsabilidad hacia sí mismos y hacia los demás.

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