
El pasado 20 de diciembre, San Nicolás volvió a ser epicentro del fútbol argentino de primera división a raíz de la definición del campeón anual de la Liga Profesional entre Platense y Estudiantes de La Plata. Ante los ojos de miles de hinchas, el Pincha se quedó con el título denominado Trofeo de Campeones en una final agónica que se resolvió en los minutos finales, con victoria 2-1 para el equipo de la capital provincial.
Con ese partido, el municipio fue el encargado de cerrar la temporada oficial 2025, en un año de intensa actividad para el Estadio San Nicolás. La cancha recibió a Boca Juniors en un amistoso a principios de enero, fue sede de varios encuentros correspondientes a la Copa Argentina y albergó, además, definiciones del ámbito local y el tradicional Sudamericano de Fútbol Infantil.
No obstante, en un semestre marcado por cuestionamientos cada vez más profundos sobre el manejo de la Asociación del Fútbol Argentino, comandada por Claudio Tapia, la reiterada elección del Estadio San Nicolás comenzó a llamar la atención de medios de alcance nacional. Las dudas se instalaron en torno a la ausencia de equipos locales en este tipo de instancias, con la excepción de Defensores de Villa Ramallo cuando utiliza el estadio para disputar el Torneo Federal A.
Apuesta plena al turismo
Antes de detallar las especulaciones surgidas fuera de las latitudes nicoleñas, resulta pertinente señalar que la realización de este tipo de eventos representa una oportunidad significativa para el comercio y la hotelería local. La organización de los encuentros quedó exclusivamente a cargo de la firma ProEnter, mientras que el Municipio se limitó a poner a disposición el estadio y parte de su personal —además de los dos empleados asignados de manera permanente— para el cuidado de las instalaciones.
Desde el Ejecutivo local se estimó una inyección económica cercana a los $850 millones producto del arribo de visitantes. Sin embargo, hasta el momento no trascendió si el monto final superó o no las expectativas oficiales, ni si existió algún desfasaje que deba ser afrontado con recursos públicos.
¿Por qué San Nicolás?
En un contexto en el que la firma Sur Finanzas, vinculada a Claudio Tapia y a Pablo Toviggino —tesorero de la AFA—, es investigada por la Justicia, y mientras se multiplican las críticas por presuntos ascensos digitados y arbitrajes cuestionados, algunos medios nacionales comenzaron a preguntarse por qué San Nicolás fue elegida nuevamente como sede de un partido cargado de implicancias que exceden lo estrictamente futbolístico.
Uno de los interrogantes planteados, según publicó La Nación, apunta a la posible existencia de vínculos entre la familia Passaglia y el presidente de la AFA. De acuerdo con ese planteo, desde el oficialismo local descartaron cualquier tipo de negociación política y señalaron que la elección responde a la política de federalización del fútbol impulsada por la entidad madre, en línea con lo que ocurre con estadios como el Madre de Ciudades, en Santiago del Estero, habitual escenario de finales e incluso de partidos de la Selección Argentina.
Ante esa explicación, el mismo medio introdujo otra hipótesis: una presunta relación entre Ismael Passaglia y Sergio Massa, forjada durante la etapa en la que el espacio político nicoleño integraba el Frente para la Victoria. “La relación es vía Sergio Massa, excandidato a presidente de Unión por la Patria y compañero de militancia peronista de Ismael Passaglia, padre de Manuel y Santiago”, consignó textualmente La Nación en un artículo publicado el 20 de diciembre.
Ese entramado también menciona la cercanía del exintendente de Tigre con el Club Tigre y su vínculo con Nicolás Russo, actual presidente de Lanús y dirigente cercano a Toviggino. Por el momento, todas estas conexiones permanecen en el terreno de las versiones y las interpretaciones, aunque alcanzaron para que el nombre de San Nicolás quedara asociado a un debate nacional que excede el plano deportivo.



