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Cuando el alma también juega: la historia de Vanesa Rubiola

La jugadora de ParaBádminton y personalidad destacada de la ciudad comparte su recorrido, sus desafíos y la pasión que impulsa su crecimiento deportivo

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Con una sonrisa a prueba de todo y una raqueta que la acompaña a cada sueño, Vanesa Rubiola demuestra que cuando hay pasión, no existen los límites. La nicoleña, jugadora de ParaBádminton y personalidad destacada de la ciudad, se convirtió en un verdadero ejemplo de esfuerzo, superación y constancia. Desde San Nicolás y hablando con GOLAZO, empuja su carrera con el alma y el mismo entusiasmo con el que enfrenta la vida.

“Arranqué a entrenar hace más de un año, aunque había conocido el deporte antes, en una expo. Quise hacerlo como hobby, pero no coincidían los horarios. Cuando finalmente pude, me enamoré del bádminton y decidí hacerlo profesionalmente, a mis 41 años”, cuenta Vane. La disciplina la atrapó de inmediato. No tardó en darse cuenta de que había encontrado su lugar: “Cuando fui a una clínica de entrenamiento en México dije ‘a esto me quiero dedicar’. Quería hacer un deporte que dependiera solo de mí y de mi esfuerzo”.

Con los días, su nombre empezó a sonar fuerte en el circuito. En poco tiempo ya había ganado cuatro medallas y, más importante aún, se había ganado el respeto de todos por su actitud. Pero el reconocimiento más emotivo le llegó en su ciudad: Rubiola fue distinguida como Persona Destacada de San Nicolás. “Es muy loco ser personalidad destacada de tu ciudad. Si no hubiese sido por la idea de Melina Berón, que me propuso como referente para las mujeres y el deporte adaptado, nunca me lo hubiese imaginado. Es un orgullo enorme, pero también una gran responsabilidad”, confiesa.

Hace pocas semanas, Vanesa viajó a Brasil para competir en el Pan Am ParaBádminton Championships 2025, un viaje que tuvo detrás una historia de lucha y solidaridad. “Fue un estrés total hasta que me subí al avión. Pero una vez arriba, era pura ilusión y expectativas”, recuerda. Recaudar el dinero necesario fue una odisea. “La verdad que juntar la suma que necesitaba fue un desafío, pero gracias a pocas donaciones de grandes personas se logró llegar más rápido. Algunas desde el anonimato y otras que me gustaría nombrar: Finquality, True Style, Femmes, Seguramente Hys, Fix Rehabilitación, Hima Argentina y XtremeForce, donde entreno. También a mi amiga Mariana, que me ayudó con todos los videos, y a todos los que compartieron mis publicaciones”, agradece.

La experiencia en Brasil fue un antes y un después. “Lo que más me marcó es que hay jugadoras con un nivel altísimo. Para llegar a eso hay que trabajar muchísimo, pero trato de valorar mi esfuerzo y siento que en cada torneo voy creciendo. Es un camino largo, pero estoy dispuesta a recorrerlo”, dice.

Su presente combina entrenamientos, trabajo y ventas. Vanesa se gana la vida como vendedora de PSA Agua Pura y Natura Cosméticos, una tarea que le permite sostener su sueño. “Las ventas tienen momentos buenos y otros no tanto, porque la situación del país es complicada. Pero tengo mis fieles clientes, que siempre están”, cuenta con una sonrisa.

Más allá de la cancha, Rubiola se transformó en una voz que busca visibilizar el deporte adaptado. “Hay poco apoyo para todos los deportistas, pero mucho menos para los deportes nuevos y, sobre todo, para los adaptados. Falta difusión, capacitación y, sobre todo, que se entienda que los deportistas con discapacidad somos atletas de alto rendimiento”, reflexiona la nicoleña.

A fin de mes, podría representar nuevamente a la Argentina en el Sudamericano de Colombia, donde buscaría una medalla que le abra las puertas de una beca deportiva. “Eso me permitiría entrenar con más tranquilidad. Todavía no tengo confirmado el apoyo, así que sigo buscando sponsors que quieran acompañarme y ayudarme a difundir el ParaBádminton en San Nicolás. Emprendedores, comercios o profesionales que quieran sumarse serán más que bienvenidos”, invita ilusionada.
Contacto – Instagram: @vanerubiola – CEL: 336-4532887

Con la misma humildad con la que empezó, Vane sueña en grande. “En el bádminton anhelo estar entre las primeras de mi categoría. Y fuera de la cancha, quiero abrir una escuela de bádminton en San Nicolás”, confiesa. Pero más allá de los trofeos o los viajes, lo que la define es su espíritu: “A todos nos tocan momentos difíciles, pero con buena actitud y rodeándote de gente que te quiera, se puede salir adelante. Soy una mujer con mucho ímpetu, que siempre va para adelante”. Y esa, justamente, es su mejor medalla.

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