Asistentes a la Fiesta de Disfraces realizada en el autódromo de San Nicolás el sábado último denunciaron numerosos hurtos de celulares ocurridos durante el evento. La mayoría de los jóvenes –tanto de la ciudad como quienes vinieron especialmente para participar– coincidieron en que muchos “fueron a robar”, señalando que fueron despojados de sus teléfonos en distintos sectores del predio. Aunque se buscó conocer la cantidad de denuncias registradas en la Comisaría Segunda del barrio Somisa, esa información no fue proporcionada y, hasta el momento, no existe un dato oficial.
Este domingo, personal del Comando de Patrullas aprehendió dentro del autódromo, en Pedro de Mendoza y Estanislao del Campo, a dos hombres de 28 y 42 años, acusados de sustraer un celular Samsung A52 color celeste a una mujer de 37 años. Las aprehensiones se concretaron instantes después de la denuncia, y la UFI de turno dispuso la carátula de “hurto” para ambos.
Algunas víctimas afirmaron que decidieron no denunciar por considerar que no habría una respuesta adecuada por parte de la Policía o la Justicia, pero sí contaron sus experiencias en sus perfiles de redes sociales. Según el relevamiento realizado, se estima que habría un número elevado de damnificados entre quienes reclamaron dentro del autódromo y quienes se dirigieron luego a la dependencia policial. Varios asistentes consideraron que los responsables actuaron de manera organizada y apuntaron principalmente a teléfonos iPhone. Entre los rumores mencionados, se destacó que la entrega de 500 entradas gratuitas, producto de la reprogramación del evento, podría haber facilitado este tipo de delitos.
Una de las víctimas expresó que “la Policía se puso del lado de la Municipalidad de San Nicolás, de los Passaglia y de Playa Blanca, dejando a las víctimas más desamparadas”, y sostuvo que, tras pagar la entrada, se sintieron doblemente perjudicados, ya que muchos de los que fueron gratis “arruinaron la noche”. Otra asistente señaló que nunca había visto tantos reclamos por robos en un mismo evento y cuestionó la falta de articulación entre la seguridad privada y el personal policial: “Se tiraban la bola entre ellos”, afirmó, a la vez que especuló sobre un posible manejo indebido de los celulares recuperados.
En ese contexto, también circularon comentarios sobre la contratación de personal de seguridad privada con pagos de “35 la noche”, lo que, según los testimonios, no garantizaría condiciones adecuadas. Algunas mujeres relataron que los teléfonos les fueron sustraídos de carteras que luego eran cerradas nuevamente, lo que demoraba la detección del hecho. Incluso se informaron hallazgos de dispositivos rotos o mojados en baños del predio, así como teléfonos descartados por los autores al advertir controles en las salidas.
Ese mismo día, personal de la Comisaría Segunda informó el secuestro de algunos elementos hallados en el predio, entre ellos un celular Motorola de color blanco con funda transparente, un celular Redmi de color azul con funda transparente, un celular Motorola azul oscuro, un tarjetero negro acharolado y documentos de identidad. Todo quedó bajo resguardo policial para ser reintegrado a sus propietarios cuando se presenten a reclamarlo.
