Hoy en día es habitual que una mujer ostente un lugar importante en variadas actividades cotidianas. Sin embargo, hasta no hace mucho tiempo, no se consideraba como merecía a la mujer que era relegada, injustamente, a un segundo plano.
Resulta digna de contarse la historia de la Dra. Cecilia Grierson quien fuese la primera médica de la Argentina. Esta colega nació en la ciudad de Buenos Aires en 1859. Si bien desde joven quería ser maestra, ante la muerte repentina de una amiga se decide por estudiar la carrera de Medicina. Esto, contado en la actualidad, impresiona no ser especial en lo absoluto, pero constituía una audaz decisión ya que en esa época la mujer se consideraba inferior tanto emocional como intelectualmente.
Hacia el año 1883 es admitida en la Universidad de Buenos Aires y durante sus estudios creó la Escuela de Enfermería, lo cual habla a las claras de una persona con una gran iniciativa.
En el año 1900, siguiendo ideas feministas, funda el Congreso Nacional de Mujeres de la República Argentina con una clara resistencia de parte de una sociedad conservadora. También participó del Partido Socialista y siempre se ocupó de gestionar mejoras para la mujer, aunque no logró el derecho al voto femenino. En sus años de jubilación, esta multifacética colega se dedicó al estudio de las aves de nuestro país, muriendo en 1934 debido a un cáncer de útero.
Como ocurre anualmente, cada 8 de marzo se celebra el Día Internacional de la Mujer y personalidades como la de la Dra. Grierson deben constituir un faro que guíe a todas aquellas mujeres que denodadamente batallan por sus derechos en un mundo muchas veces hostil.
Valga nuestro más sincero reconocimiento para todas las que en su día conmemoran el esfuerzo que implica un desarrollo íntegro como persona, en pie de igualdad con el hombre.
*El autor es secretario general del Círculo Médico de San Nicolás
