
Hace pocos días, la municipalidad de San Nicolás volvió a intervenir en la plaza Natta de la Delegación de General Rojo. Los vecinos detectaron que la luminaria del lugar se debilitaba cada noche hasta que el domingo la plaza quedó completamente a oscuras. Cuando el personal de la cooperativa eléctrica revisó la instalación, comprobó que los cables de las tres bajadas de luz estaban cortados con precisión.
“Son varios los vecinos que vieron a un camión hidroelevador municipal circulando alrededor de la plaza durante tres mañanas consecutivas, el viernes, el sábado y el domingo, entre las 7.30 y las 8.30. Evidentemente fueron haciendo los cortes de a poco, por eso la luz se fue apagando hasta el domingo a la noche, cuando quedó todo oscuro”, explicó Estela Fama, vecina de General Rojo. “No hay duda de que fue gente que sabe lo que hace, lo confirmó el personal de la cooperativa, uno de ellos es mi marido, que también corta el pasto de la plaza. Como muchos otros vecinos, la comunidad entera cuida del lugar”, agregó.
El conflicto por la plaza comenzó en julio de 2024, cuando el municipio intentó erradicarla sin informar motivos ni presentar proyecto alguno. Los vecinos se opusieron y lograron impedir el avance. “Pensamos que este último corte es más de lo mismo. Están viendo si dejamos de estar atentos o si estamos distraídos. Se ve que detrás de los terrenos de la plaza hay un interés grande del municipio o del intendente, no lo sabemos, pero siguen queriendo avanzar sobre el lugar, que para nosotros es un espacio vital para la comunidad. Lo vemos desde otra concepción a la que tiene el intendente, que nunca comunicó por qué quería eliminar la plaza”, dijo Fama.
La vecina recordó que el año pasado un grupo de vecinos mantuvo dos reuniones con funcionarios del gobierno municipal y con el obispo. “Participaron el secretario de Gobierno, Dr. Matías Grams, y el Monseñor Santiago. En esas reuniones, Grams se comprometió a que el municipio no iba a avanzar nunca más sobre la plaza, después de todos los altercados que ya habían ocurrido, en los que se atropellaron ancianos y niños. El doctor Grams no está cumpliendo su palabra frente al obispo”, afirmó.
Ante la nueva intervención, los vecinos realizaron una vigilia el lunes y el martes por la noche para resguardar el espacio. “Después de lo ocurrido tenemos miedo de que nos quiten los pocos juegos que quedan, otra de las cosas que Grams había prometido devolver y nunca cumplió”, expresaron.
Finalmente, los habitantes de General Rojo pidieron ser escuchados. “Confiamos en que el intendente o la municipalidad entiendan que la plaza para nosotros es un patrimonio histórico que nos representa. No nos importa la política ni pertenecemos a ningún partido. Queremos conservar nuestra identidad y nuestro patrimonio. Ya no tenemos delegación municipal, ni delegado, ni salita médica. Se privatizó el cementerio, se quitó el registro civil. Poquito a poquito estamos perdiendo todo”.