
Con solo 10 años, Joaquín Fornaciar, alumno de la escuela de Comedia Musical “Bambalinas” y estudiante del Colegio de la Ciudad, fue seleccionado para integrar la versión teatral de “Charlie y la fábrica de chocolate”, que estrenará en junio en el Gran Rex. Su pasión por el teatro nació con él, jugando en casa, entre disfraces y libros. La decisión de perseguir este camino moviliza a toda su familia, que se mudará a Buenos Aires para acompañarlo en su primer gran salto profesional.
En COSA CIERTA dialogamos con Joaquín, con su madre Vanesa y con su profesor y director de “Bambalinas”, Werfil Serrano.
“Desde chiquito inventaba historias”
Su mamá, Vanesa, recuerda que el recorrido empezó muchos años antes. “Joaquín siempre fue un nene súper curioso. No sabía leer, pero jugaba con libros e inventaba historias a partir de las imágenes”, cuenta. Mientras otros chicos buscaban autos o pelotas, él elegía maquillaje, disfraces y cualquier objeto que pudiera transformarse en un personaje.
A los tres años ya pedía “un lugar con escenario”. Tanto insistió que su familia le construyó uno en casa, con palets. “Una vez, en Navidad, pidió un telón y un micrófono”, recuerda Vanesa. Las presentaciones improvisadas se volvieron parte de la rutina familiar. “Nunca le dio vergüenza actuar. Siempre fue su mundo”.
Ese mundo encontró su lugar definitivo hace cuatro años, cuando llegó a Bambalinas. Si bien desde los tres años recorre talleres de teatro, “ahí fue donde realmente encontró su espacio. Nunca tuvimos dudas de que debía seguir por este camino”, afirma su mamá.
Bambalinas: el origen
La llegada a Bambalinas significó un antes y un después para Joaquín y su familia. Así lo reconoce el niño de apenas 10 años:
“Empecé hace cuatro años y me encanta. Los quiero un montón a los profes”, cuenta con la seguridad de alguien que sabe que encontró su lugar en el mundo y agradece ese espacio de desarrollo: “Cada profe sabe ver qué es lo mejor de cada uno y ayuda a explotar lo que cada chico tiene”, explica. Para ambos, Bambalinas no es solo una escuela: es la comunidad que sostuvo, acompañó y potenció ese sueño que nació en un escenario casero.
Joaquín vive este salto con la misma convicción que tuvo desde que era pequeño. “Cuando me subo a un escenario soy libre. Puedo ser el personaje que yo quiera”, sentencia.
La tarjeta dorada que cambió todo
La oportunidad apareció una noche, casi de madrugada, cuando Vanesa vio la convocatoria abierta para “Charlie y la fábrica de chocolate”, con producción a cargo de quienes estuvieron al frente de “Matilda” (recientemente), “La Sirenita” y “Escuela de Rock”, entre otros. Enviaron un video de Joaquín con una canción seleccionada por la productora del show. “Le dijimos que lo importante era que la pasara bien”, cuenta. Pero Joaquín pasó una etapa, luego otra, y otra más.
Hasta que llegó el llamado. “Fueron lágrimas y lágrimas. Sabía lo que implicaba: un sueño cumplido para Joaqui”, confiesa Vanesa.
El día en que llegó la famosa tarjeta dorada —en alusión al “Golden Ticket” de la historia para conocer la fábrica— Joaquín estaba pintando un libro en su casa. “Primero me quedé en shock”, cuenta él. “Después pensé que voy a estar en el escenario donde estuvieron mis series favoritas: Chiquititas, Floricienta, Casi Ángeles. No podía creerlo”.
La emoción lo desbordó. “Esa noche tocaba todo el tiempo el golden ticket. No caía de que mi sueño se estaba cumpliendo”.
Un sueño en movimiento
Con la confirmación también llegaron las decisiones difíciles. Vanesa, Joaquín y su hermano menor, Gino, se mudarán a Buenos Aires. Su marido permanecerá en San Nicolás. “Hay que buscar escuela, casa, empezar de cero. Pero ya decidimos hacerlo. Todo sea por su sueño”, afirma la madre.
La producción de la obra, según cuenta, se mostró siempre cercana: “Nos acompañan, ayudan, pero siempre dicen que lo más importante es que los chicos disfruten, que la pasen bien. Están muy atentos con los chicos”.
Joaquín comienza a recorrer su sueño. Su familia y Bambalinas lo acompañan, mientras la ciudad, la comunidad y, prontamente, el país empiezan a conocer y disfrutar de su talento.



