
El uso de Energía por la humanidad es antiquísimo; y está relacionado con el desarrollo de la civilización; cada era tuvo sus modos de producir y utilizar los recursos naturales – vientos, aguas; bosques, fuerza animal- para multiplicar la energía humana.
La tecnología y la organización de la Energía actual es un fenómeno de la modernidad que se remite a los últimos 150 años. La revolución industrial con la máquina de vapor y la revolución del transporte con la invención del ferrocarril, el tranvía eléctrico, el barco a vapor y el automóvil en el siglo 19, dieron inicio a un proceso de uso intensivo de energía basado en el uso de carbón mineral; y en el siglo 20 en el uso de petróleo; gas natural y electricidad.
En la actualidad el proceso se tornó aún más sofisticado desde el punto de vista de las tecnologías de producción y transporte de energía; y por el manejo de los datos, la automatización y la inteligencia artificial. Una de las complejidades de la gestión energética actual proviene de la constatación científica de relación de causalidad del calentamiento global con el uso de combustibles fósiles. El negacionismo nacional y mundial constituye un problema político.
La Energía es suministrada como servicios públicos regulados de electricidad; de gas natural para el suministro domiciliario, comercio y la industria cuyo suministro se realiza conforme a leyes que regulan la prestación de los servicios.
La movilidad automotor se da en un mercado de 15 millones de vehículos; que en un 90% consumen nafta y gasoil, y un 9 % de vehículos que consumen GNC. Además, un porcentaje de vehículos híbridos y eléctricos aprox. 1% del total. Argentina no posee todavía la infraestructura eléctrica para abastecer un parque automotor eléctrico de magnitud.
En el Siglo 20 se produjo en nuestro país un rápido desarrollo de la inversión en equipamiento de generación, transporte y distribución de energía eléctrica. También se desarrolló una muy pujante industria petrolera. Esta industria fue omnicomprensiva y estuvo integrada por empresas públicas, privadas y cooperativas que en conjunto pudieron cumplir un rol esencial para abastecer de Energía en todas sus formas en una geografía diversa y extensa que es de las más grandes de la región.
El desarrollo temporal se inicia a final del Siglo 19 y se prologa hasta 1990: a) la primer central eléctrica es de 1886; b) el petróleo nacional se descubrió en 1907; c) la empresa YPF se creó en 1922; d) los primeros gasoductos se construyen en 1950; d) la Red de Transmisión de 500 KV tiene 52 años; e) nuestras centrales hidroeléctricas –que son de magnitud mundial- tienen menos de 53 años; f) y las centrales nucleares -las primeras de América Latina- comenzaron a operar en 1973.
La Argentina del Siglo 20 fue muy exitosa en su gestión energética, a pesar de las convulsiones de un siglo complicado, en el mundo por dos guerras mundiales, y en lo interno con 9 golpes militares que derrocaron al menos 6 gobiernos; la mayoría de los cuales democráticos.
Sin embargo, en ese periodo, convulsivo en lo institucional y en lo político; el país logró: descubrir 5 cuencas petroleras; creó empresas energéticas estatales de jerarquía continental -YPF; Gas del Estado; Agua y Energía Eléctrica; Hidronor; la Comisión Nacional de Energía Atómica-; y logró en 1988 el autoabastecimiento energético convirtiéndose en exportador de energía. El Siglo 20 muestra una Energía creciente y diversificada asentada en el protagonismo del Estado nacional y sus empresas energéticas mediante una política energética con continuidades que se mantuvo hasta el comienzo de la década de 1990.
El siglo 21 presenta una realidad distinta del anterior. La pobreza y la pobreza extrema han crecido y ello provocó una transformación negativa en el marco de la inexistencia de una estrategia del Desarrollo, comenzando una desindustrialización y una primarización acelerada de nuestra economía. Para tomar una noción del cambio operado es bueno mencionar que el parque hidroeléctrico fue financiado por aportes de los consumidores para los fondos específicos (FCCC; FONGOE) que junto a los créditos del BID y del Banco Mundial financiaron el Plan Hidroeléctrico; mientras que en la actualidad existe dificultad para pagar las tarifas por los consumos mensuales a gran parte de los consumidores. El siglo que transcurre se caracteriza por varios factores negativos que deberían ser corregidos por medio de una política energética avalada por las principales fuerzas políticas nacionales.
Fuente: Por Jorge Lapeña (para Clarín)