angustiada, miraba el paso de las horas y todo lo que le había le quedado por vender luego de haber caminado hasta el cansancio las calles de Comodoro Rivadavia, en Chubut.
Con el celular como testigo, Brian se acercó, le preguntó qué vendía, cuánto le quedaba y el precio por todo. Sacando cuentas, la mujer le dijo: ”Y, 20 mil pesos…”. “¡Te compro todo por 40 mil! Así te vas a descansar”, le propuso. La mujer rompió en llantos. Se le mezclaba la alegría y la emoción.
“En el video se la ve llorando, sí, pero ese llanto duró un rato; y el mío también porque claro que me conmuevo”, contó el joven que está por cumplir 27 años y que se convirtió en uno de los vecinos más queridos de la fría ciudad patagónica.
Conocido por su apodo y nombre en las redes, Brigo Veinticuatrosiete, dejó su trabajo como chofer de Uber y se dedica tiempo completo a su pasión: las redes sociales.
“Antes de dedicarme a esto, subía videos haciendo humor, pero para mis amigos, en el Facebook. Yo tenía unos 300 seguidores y mis clips se veían poco, pero tenían un poco de llegada. Fue gracias a un comerciante al que le tiré la idea de hacer algo juntos, me donó alimentos e hice bastantes viandas que salimos a repartir mientras lo grabamos, y desde ahí todo cambió. Primero, quería hacer eso, pero me daba miedo el rechazo de la gente, pero pasó todo lo contrario: fue el primer video solidario que subí y tuvo 1500 compartidos, que para mi en ese momento era un montón. Mucha gente se fue sumando desde ese momento. En Facebook ya somos una comunidad de 20 mil personas”, cuenta el influencer.
Desde ese momento, cuando aún era chofer de la app de viajes, se propuso que sus contenidos en las redes serían con fines solidarios. “Cuando tenía tiempo, realizaba alguna acción. Eso era una o dos veces por mes. Así fue subiendo la cantidad de personas que comenzaron a seguirme y me di cuenta que la solidaridad es un bien preciado”, destaca.
El primer video que superó sus expectativa al hacerse viral, y que emocionó a la ciudad, fue cuando le compró a Humberto, un vendedor de flores, 25 rosas a 100 mil pesos y las llevó a las trabajadoras y residentes del Hogar de Ancianos Juan Pablo VI. Ese episodio logró 218.000 visualizaciones. Brian ya había logrado su objetivo de ser conocido. El paso siguiente era convertirse en el superhéroe de quienes salen todos los días a rebuscárselas para llevar la comida a la casa.
Luego de aquel video de las viandas, recuerda, siguió la ayuda para que una familia tuviera su mesa navideña y desde ahí no paró. “Para Año Nuevo, ayudamos a Carlitos, que estaba trabajando frente al Predio de Ferial. Desde que arrancó este año dejé el trabajo con el auto y me dedico a los contenidos de este tipo, nada más. Puedo hacerlo a tiempo completo”.
Sobre la ayuda al vendedor de rosas, recuerda: “Ese día yo había ido a buscar a mi nena al jardín y circulaba por la avenida Polonia y lo vi. No lo había planeado sino que fue algo instantáneo. Estacioné el auto, le fui a hablar primero sin contarle nada; nada más le pregunté cuántas rosas eran y a cuánto las vendía para pasar al otro día. Y conté en una publicación la idea, pedí ayuda de la gente y junté la plata que necesitaba. Y se las compré. ¡Se emocionó muchísimo!”, reconoce y admite que todo eso es posible gracias a la solidaridad de quienes aportan su colaboración.
“La gente agradece porque ve que su colaboración ayuda”, asegura. Esa vez, como también lo hizo con la señora a la que sorprendió el pasado sábado mientras intentaba vender rosquitas y calzones rotos caseros, un alimento dulce similar a la torta frita, Humberto, (el hombre de las flores) aceptó subir a su auto para ser llevado hasta su casa para que por fin descansara. “Se había levantado a las 6 de la mañana para vender las rosas”, recuerda.
Brian reconoce que aunque algunas veces ayuda a quienes encuentra en la calle, tiene armada una agenda con la ubicación de las personas a las que les colaborará. “Trato de saber quién es, dónde vive, qué hace, cómo es su vida para estar seguro de que realmente necesita la ayuda porque, lamentablemente, hay muchos vivos. Ahora que me dedico de lleno a esto puedo conocer a más personas, más familias e historias, para poder ayudarlos”.
Oriundo de Formosa, el joven llegó a Comodoro con sus padres hace 13 años. “Mi viejo regresó porque no se adaptó, pero como para mi toda mi vida, o lo que más recuerdo, está en esta ciudad me quedé. Me gusta vivir acá y conocer a toda esta gente”, dice.
Ahora, conocido por su apodo, Brigo (”Bri de Brian y go de González”, aclara) no deja de agradecer el apoyo de todas las personas que confían en lo que hace. “Pensar que todo arrancó buscando maneras de crear videos. Vi que chicos de otros países hacen lo mismo, videos solidarios de este tipo, y los quise hacer acá. ¡Es increíble lo que se genera!”, admite.
“Claro que también lloro al lado de las personas a las que sorprendo, pero no salgo así en los videos”, dice y se ríe. Para Semana Santa se propuso un desafío que cumplió y otra vez emocionó a la ciudad: “Lancé 100 Huevos de Pascua para 100 chicos, y también pudimos hacerlo”.
“En estas últimas horas, comencé a recibir mensajes de gente de muchas partes, ya salimos de las fronteras de la ciudad, que me escriben porque quieren aportar algo de plata o donaciones de alimentos; la verdad que me emociona mucho porque la ayuda que yo recibo crece y de esa manera puedo ayudar a más personas”.
A días de cumplir años, Brigo pide sus deseos: “Quiero seguir festejando con mi familia, como siempre, y tener siempre la posibilidad de seguir brindando ayuda”, finaliza.