Los trabajadores de Atanor se congregaron frente a la planta de San Nicolás, ubicada en la calle Román Subiza entre Pombo y Ponce de León, para exigir la reactivación de la producción que lleva suspendida casi 3 meses debido a una medida judicial.
La protesta efectuada el miércoles al mediodía fue organizada por el Sindicato de Trabajadores de Industrias Químicas y Petroquímicas (SPIQyP), liderado localmente por Ricardo García. Los empleados, quienes inicialmente fueron obligados a tomar vacaciones pendientes, han estado suspendidos desde mediados de mayo, recibiendo solo el 75 por ciento de sus salarios.
La incertidumbre laboral afecta directamente a 130 empleados ya unas 20 familias que dependen indirectamente de la planta. La suspensión de actividades fue ordenada el 20 de marzo por la jueza Luciana Díaz Bancalari del Juzgado Correccional N° 3, tras una medida cautelar presentada por la Asociación Civil Protección Ambiental del Río Paraná. Esta medida fue consecuencia de un accidente ocurrido en marzo, cuando un aumento de presión en el proceso de síntesis química de atrazina provocó la ruptura de la tapa del reactor, contratando al operario Julio César Corbalán.
Los trabajadores exigen una resolución rápida del conflicto, argumentando que la prolongación de la inactividad de la planta es insostenible tanto para ellos como para sus familias. “No podemos seguir en esta situación de incertidumbre. Necesitamos volver a trabajar y asegurar el sustento de nuestras familias”, expresó uno de los manifestantes.
La comunidad y los trabajadores de Atanor esperan que las autoridades judiciales y empresariales lleguen a un acuerdo pronto, permitiendo el reinicio de las operaciones y la normalización de la actividad en la planta de San Nicolás.