
Según el documento presentado por la firma, las ventas se desplomaron un 57% en los últimos tres años, pasando de 11,2 millones de metros en 2021 a apenas 4,8 millones en 2024. El dato más alarmante es que en lo que va de este año, sólo se despacharon 850.000 metros, lo que encendió todas las alarmas internas.
La compañía, ubicada en la localidad de Cortínez (partido de Luján), ya suspendió actividades desde febrero hasta abril y reconoce que las medidas adoptadas hasta ahora “no han sido suficientes para paliar una situación cada vez más asfixiante”. En ese marco, la empresa advirtió que está “sobreestockeada” y que no logra vender ni un cuarto del volumen necesario para cubrir los salarios básicos.
Suba de costos y presión impositiva
En el documento, Cerámica Cortines señala que la crisis se agravó desde fines de 2022 por una combinación de factores: caída del consumo, aumento de costos en insumos clave como electricidad y gas, y falta de acceso al crédito. Además, denunció una “alta presión impositiva” que limita cualquier margen de maniobra para la reactivación.
“La empresa no es ajena al panorama actual que enfrentan numerosas industrias como la nuestra”, apuntaron desde la firma. Aseguraron que los salarios y cargas sociales representan un peso importante en los costos operativos, y que la falta de flexibilidad laboral impide adaptarse rápidamente a los cambios del mercado.
En este marco, la firma planteó un plan que contempla la estabilidad del 60% de su plantilla y la salida del resto bajo un esquema de retiros voluntarios o despidos con pago de indemnizaciones en cuotas, “según la antigüedad y la carga familiar”.
Al 30 de marzo, la nómina de Cerámica Cortines ascendía a 329 empleados, de los cuales 252 están bajo convenio colectivo de la Federación Obrera Ceramista de la República Argentina (FOCRA) y 81 fuera de convenio.
En paralelo, la empresa solicitó un acuerdo de paz social por 90 días para evitar conflictos gremiales que puedan afectar aún más la actividad, comprometiéndose a abonar el 80% del salario durante ese período.
La firma justificó las medidas de emergencia como parte de una estrategia para “evitar una situación irrecuperable” y “salvaguardar la fuente de trabajo” en un contexto donde muchas empresas del rubro enfrentan el mismo dilema.
Caída en la construcción y casos similares
La crisis que atraviesa Cerámica Cortines se da en un contexto crítico para la industria de la construcción, que cayó un 27,4% interanual en 2024, golpeada por la suspensión de la obra pública, entre otros factores.
El caso no es aislado. En Olavarría, la histórica Cerro Negro despidió a 96 trabajadores por el mismo motivo y actualmente está bajo conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo bonaerense. La empresa insiste en que la caída en la demanda de materiales hace inviable mantener su estructura actual.
También en esa localidad cerró FABI Bolsas Industriales, una planta con 65 años de historia y propiedad del grupo chileno CMPC, que despidió a 100 trabajadores de forma sorpresiva. La empresa alegó inviabilidad del negocio ante la retracción industrial.
Pastoral Social: Preocupación por los despidos en Olavarría
En este marco, la Pastoral Social de la Diócesis de Azul expresó su honda preocupación por el impacto de los despidos en las empresas de la región, especialmente en las plantas de cerámica y otras industrias. En un comunicado reciente, la entidad destacó que “el privilegio de lo económico sobre lo humano tiene consecuencias que desdichadamente ya conocemos”. En este contexto, reafirmaron que “el crecimiento económico nunca será bienvenido si se produce en detrimento del crecimiento humano, social y laboral”.
En cuanto a los despidos masivos en la planta de FABI Bolsas Industriales y en la cerámica Cerro Negro, la Pastoral Social enfatizó que estos hechos afectan no solo a los trabajadores despedidos, sino a sus familias, la comunidad política local y a todo el tejido social. “Situaciones de estas características tienen efectos y consecuencias no solo en cada trabajador despedido, sino en sus familias, sus vínculos, y en la comunidad”, se señaló en el comunicado. La Pastoral hizo un llamado a la protección de Dios para que la situación de las plantas en Olavarría se resuelva de manera justa y que se logren acuerdos que protejan la dignidad del trabajo.
Fuente: Con información de Ámbito