
Las condiciones observadas son alarmantes, de acuerdo con el testimonio de los familiares de los pacientes: acumulación de tierra y polvo en superficies; telarañas en techos, luminarias y rincones; suciedad en mobiliario y residuos mezclados, sin clasificación, incluyendo material que debería ser tratado como patogénico. Esta situación implica el incumplimiento de los protocolos de bioseguridad y representa un riesgo concreto e inmediato para la salud de los internados.
Según coincidieron los familiares, un establecimiento que debe garantizar cuidados críticos no puede, bajo ningún punto de vista, permitir que personas vulnerables permanezcan en ambientes contaminados, desatendidos y visiblemente insalubres.
La falta de limpieza adecuada y de control en la gestión de residuos constituye una negligencia grave y evidencia un deterioro inaceptable en las prácticas internas del “San Felipe”.
Frente al material fotográfico ofrecido, que confirma la realidad del nosocomio, las autoridades del Hospital deben actuar de manera inmediata para corregir estas falencias, restablecer condiciones de salubridad mínimas y garantizar que las áreas de internación cumplan con los estándares que la situación clínica de los pacientes demanda.



