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Impulsan campañas de recolección de ropa de abrigo y alimentos

En nuestra ciudad, el Club de Regatas, los colegios San José y María Auxiliadora, La Parisina y vecinos autoconvocados organizan colectas solidarias para acompañar a quienes atraviesan el invierno en situación de vulnerabilidad

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El frío de este invierno, sumado a la difícil situación económica que atraviesan los sectores más vulnerables, motivó a que colegios, clubes y personas particulares pongan en marcha campañas solidarias para recolectar alimentos, ropa de abrigo, frazadas y otros elementos esenciales para sobrellevar las bajas temperaturas.

Una de las iniciativas surgió el año pasado de la mano de Virginia Gritti, dueña del atelier de moda y diseño La Parisina. “Se me ocurrió que podía ayudar a la gente que sale a recolectar cartones o a quienes están en situación de calle dándoles algo para comer. Una panadería amiga me dona las facturas que no vende ese día, preparamos café y le sumamos ropa y comida que la gente acerca a La Parisina”, cuenta Virginia.

La campaña, que organiza junto a su familia, se concreta cada martes por la noche, cuando recorren distintos puntos de la ciudad en autos particulares para distribuir las donaciones. “Con facturas y café podemos acompañar a quienes están trabajando por la noche o viven en la calle. Vamos repartiendo entre la gente que vemos. Hay muchas personas que quieren colaborar, pero no saben dónde hacerlo. Está bueno ser ese puente entre quienes donan y quienes necesitan”, reflexiona.

La propuesta se extenderá hasta agosto. Quienes deseen sumarse pueden colaborar con ropa de invierno limpia y en buen estado, té, mate cocido, azúcar y galletitas, comunicándose al 0336 4520084.

Otras acciones solidarias en la ciudad

Desde el Club de Regatas también se organizó una campaña contra el frío. Durante julio se reciben donaciones de gorros, bufandas, guantes, mantas, frazadas y ropa de abrigo en la portería de la institución.

El objetivo es acompañar a espacios comunitarios como el comedor y merendero San Francisco de Asís (barrio San Francisco), el merendero Estrellita (barrio Santa Rosa) y el comedor Rincón de Luz (barrio Las Mellizas).

Por su parte, el colegio San José lanzó una colecta bajo el lema “La caridad como fortaleza de nuestra comunidad”. En su sede de Avenida Savio 96, reciben alimentos no perecederos (leche larga vida, cacao, azúcar, yerba) y ropa de abrigo (buzos, camperas, gorros, bufandas), reforzando la enseñanza de la solidaridad como valor fundamental desde la infancia.

En la misma línea, estudiantes y docentes del colegio María Auxiliadora concluyeron el pasado 4 de julio una campaña que permitió reunir frazadas, mantas, zapatillas y ropa de invierno, donadas posteriormente a Cáritas.

Donar abrigo no es solo un acto de caridad: es un gesto concreto de compromiso social. Muchas veces, aquello que ya no usamos permanece guardado en un placard, pero puede convertirse en una prenda indispensable para otra persona.

En este contexto, la solidaridad se vuelve una forma de respeto por la vida del otro. Es tender una mano, acortar distancias y reconocernos como parte de una misma comunidad, donde el bienestar colectivo está indisolublemente ligado a la realidad de los más desfavorecidos.

Este invierno, ante las urgencias que se multiplican, donar es mucho más que una elección voluntaria: es un acto con impacto real, capaz de aliviar necesidades, cuidar el planeta y construir una sociedad más justa.


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