Carlos Bulacio, interno de la Unidad Penal Nº 3 de San Nicolás, murió este domingo en el Hospital Interzonal General de Agudos “San Felipe” tras haber sido ingresado con un cuadro irreversible de tuberculosis. Su fallecimiento ha despertado serias preocupaciones sobre la atención médica en la institución penitenciaria.
Bulacio, quien se encontraba en la celda 12 del pabellón 7, había sido diagnosticado con tuberculosis avanzada. Según fuentes consultadas, su condición se agravó debido a una presunta negligencia en el tratamiento de su enfermedad dentro del penal. Después de un breve traslado al penal de Olmos, fue regresado a San Nicolás en condiciones críticas. Apenas 48 horas después de su retorno, Bulacio sufrió una grave descompensación y fue llevado al sector de Sanidad de la cárcel, presentando una función respiratoria extremadamente debilitada. En este estado, fue trasladado al Hospital San Felipe, donde falleció poco después.
Este caso no es aislado. En junio de 2022, otro recluso de la misma unidad penitenciaria, oriundo de Junín, también murió en el Hospital San Felipe debido a la tuberculosis, lo que subraya una posible falla sistémica en la atención médica dentro del penal.
Organizaciones de Derechos Humanos y familiares de los internos han exigido una investigación exhaustiva para esclarecer las circunstancias de la muerte de Bulacio y para determinar si hubo un abandono de persona por parte de las autoridades penitenciarias. La situación destaca la urgente necesidad de revisar y mejorar los protocolos de salud en las prisiones para garantizar el derecho a la atención médica adecuada de todos los reclusos.