
La Asociación Judicial Bonaerense (AJB) de San Nicolás reiteró su pedido al gobierno de la provincia de Buenos Aires para que convoque a la reapertura de paritarias acordada para octubre. Según explicó la secretaria general del gremio, Analía Maiztegui, el Ejecutivo incumplió lo pactado en la última negociación de agosto, donde se había establecido un monitoreo inflacionario en septiembre y un nuevo encuentro salarial en octubre.
“Hasta el momento ninguno de los gremios estatales fue convocado, y los sueldos están cada vez más por debajo de la inflación”, señaló Maiztegui, quien subrayó que la demora en la convocatoria reduce el margen de negociación y deteriora el poder adquisitivo de los trabajadores.
La dirigente advirtió que los judiciales bonaerenses arrastran una pérdida del 50% del poder adquisitivo desde 2017, sumando las caídas sufridas durante los gobiernos de María Eugenia Vidal y Axel Kicillof. “Es imposible recuperar ese porcentaje en poco tiempo, pero necesitamos empezar a hacerlo gradualmente, con aumentos que superen la inflación por varios puntos”, sostuvo.
Maiztegui también remarcó que, mientras los salarios se deterioran, la carga laboral “se duplicó, triplicó y hasta cuadruplicó” en fueros como el Penal, de Familia y Laboral, que hoy se encuentran colapsados. “La gente se jubila, las vacantes no se cubren y la Corte no habilita nuevos cargos. Hay juzgados con menos personal que hace diez años y muchas más causas”, describió.
Sobre la digitalización judicial, indicó que lejos de aliviar el trabajo, “incrementó la sobrecarga”, ya que los plazos se aceleraron sin una mejora en las condiciones laborales. “La digitalización vino a enfermar más a la gente que trabaja en el Poder Judicial. Tenemos muchos compañeros con tratamientos psiquiátricos y licencias prolongadas”, afirmó.
Finalmente, la dirigente gremial subrayó que el salario de ingreso al Poder Judicial “apenas supera los 700 mil pesos, mientras la canasta básica ronda el millón cien mil”, y exigió que el aumento salarial supere la inflación acumulada para comenzar a revertir el atraso. “Estamos ante una situación salarial y laboral insostenible. El trabajo nos está enfermando”, concluyó.



