Economía

Kicillof y un nuevo cuello de botella: el otro “aguinaldo” de septiembre

Vence una de las cuotas de la deuda reestructurada que representa cerca de 350 mil millones. Milei y la necesidad de dólares

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En la Gobernación señalan que el pago del aguinaldo a los empleados públicos y jubilados significa atravesar un cuello de botella financiero. La administración de Axel Kicillof asegura que, con no poco esfuerzo, juntó los recursos para cumplir con esa obligación en tiempo y forma.

Con los salarios de este mes se liquidará el sueldo anual complementario que, en medio de las fuertes restricciones financieras producto del recorte de fondos nacional, significó un esfuerzo extra que se calcula en alrededor de 500 mil millones de pesos.

Casi sin respiro, en apenas tres meses, la administración de Axel Kicillof deberá atender otra obligación impostergable. “Un segundo aguinaldo”, describen cerca del mandatario.

¿A qué se refieren? Es que en septiembre vence una de las cuotas de la deuda tomada en dólares que la actual administración heredó del gobierno de María Eugenia Vidal y que logró reestructurar. Representa alrededor de 350 mil millones de pesos.

Los efectos del pago de ese “segundo aguinaldo” formó parte del análisis que se realizó en la última reunión de gabinete provincial previa al viaje de Kicillof al Vaticano.

En la administración bonaerense están convencidos de que tendrán los fondos para honrar esa obligación. El interrogante pasa por determinar si el Banco Central le facilitará los dólares equivalentes a la Provincia porque la deuda es en moneda extranjera.

En marzo venció una de las cuotas de esa deuda reestructurada y no hubo inconvenientes para cumplir el compromiso. Si bien algunos funcionarios sueltan dudas, en el Ejecutivo creen que los dólares aparecerán.

“El gobierno de Kicillof, más allá del enfrentamiento que mantiene con Javier Milei, corre con una ventaja: al Presidente no le conviene que una provincia entre en default”, razonan desde la oposición.

Una situación de esas características tendría efectos nocivos porque dispararía el riesgo país y dejaría más lejos a la Argentina de acceder a los mercados internacionales de crédito.

Apenas asumió, Kicillof encaró una renegociación de la deuda con acreedores extranjeros que le permitió canjear el 98 por ciento de sus obligaciones en moneda extranjera. La operación concluyó en 2021.

De acuerdo a lo que dicen los funcionarios, esa operación le permitió a la Provincia un ahorro de 4.600 millones de dólares y triplicar los plazos para el pago.

Cuando esa renegociación se produjo, el escenario nacional era muy distinto. Kicillof contaba con el aporte de fondos extraordinarios de la Nación que la administración de Milei se encargó de podar.

Subir la cuesta del pago de cada vencimiento a la Provincia se vuelve más demandante.

Más allá de este tema puntual, Kicillof ordenó a sus ministros, en medio de la fuerte restricción de recursos nacionales, que comiencen a elaborar los planes de cada ministerio para el año que viene.

Será la hoja de ruta que la administración bonaerense buscará seguir en 2025, cuando se deba transita un nuevo proceso electoral de enorme trascendencia para las intenciones del Gobernador de cimentar su proyección nacional de cara a la disputa por llegar a la Casa Rosada.

 

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