Caro Maiques no sólo la rompe para Newell’s sino que se ocupa de una tarea mucho más importante que el básquet, en este caso ser mamá de la bebé Julia y de Bauti. Y a veces las dos cosas se juntan, como en esta foto de Juanjo Cavalcante en la que la goleadora leprosa salió un instante del partido para alimentar a su pequeñita de un año.
Caro contó que fue una noche especialmente movida, ya que el mayor, de 5 años, estaba en la tribuna y no se sentía muy bien, por lo que la cabeza estaba en dos lugares al mismo tiempo. No fue la primera y tampoco será la última de todas las mamás que además practican deporte y que hacen el esfuerzo para no perderse la chance de seguir desarrollando la actividad.
En lo estrictamente deportivo, Calzada venció a Newell’s como visitante por 56 a 42 para ganar su primer duelo del certamen. Carolina Maiques se destacó en la Lepra con 19 puntos y 10 rebotes.
«Hace siete meses me mudé a Rosario y Newell’s me permitió poder entrar con los chicos a las prácticas. Bauti se queda mirando el celu y a Julia la cuidan las chicas en el banco mientras juego. Lo hago como puedo y mientras ellos me dejen. Pero bueno. Cuando sos mamá hay que combinar las dos cosas», contó, lógicamente orgullosa de sus nenes y de su afecto para estar siempre juntos.
La ala pivot leprosa es nacida en Florencio Varela pero creció en Mar del Plata y tiene una carrera interesante que la llevó desde Peñarol a Lanús, Centro Galicia, Tucumán, Tenerife de España, Macabi de Uruguay y la Liga de Bolivia. «Cuando nació Bauti creo que volví a jugar al mes en Kimberley de Mar del Plata. Y ahora con Julia tuve la chance de sumarme a Newell’s», contó Maiques, quien mira como deseo poder seguir en el básquet cada vez más competitivo: «Hago un gran esfuerzo muy grande y me encantaría poder vivir de ello de la manera más profesional posible. Estoy cómoda en Rosario y por eso si se da aquí mucho mejor». En la ciudad es una de las grandes protagonistas del certamen de Primera B y pieza clave de la Lepra. Además de la mamá de Julia y Bauti, claro.
Fuente: Con información de El Ciudadano
