La Cámara de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo de San Nicolás ratificó la medida cautelar que frena el avance del bingo proyectado en Ingeniero Maschwitz, previsto como traslado del Bingo Ramallo a esa localidad. El tribunal confirmó así el fallo de primera instancia dictado por la jueza Mónica Ayerbe y mantuvo paralizado el emprendimiento, cuya aprobación había sido otorgada a fines de 2024 por el Concejo Deliberante de Escobar.
La resolución, firmada por los jueces Marcelo Schreginger y Damián Cebey, reafirmó los cuestionamientos sobre la legalidad de la ordenanza 6350, que autorizaba la instalación del complejo en un terreno con zonificación residencial, contraria a la normativa urbanística vigente.
El planteo judicial fue impulsado por un grupo de vecinos de Maschwitz, representados por el abogado Alonso Carli, quienes denunciaron que el Municipio no había cumplido con los pasos técnicos y administrativos exigidos por la ley provincial. Entre ellos, la convalidación establecida en el Decreto-Ley 8912/77, necesaria para modificar el uso del suelo.
En su fallo, los magistrados también desestimaron la existencia de un supuesto “master plan” al que había hecho referencia el gobierno local encabezado por el intendente Ariel Sujarchuk. Según el texto, la propia comuna reconoció que dicho documento “nunca existió formalmente”.
De este modo, la Justicia volvió a frenar el desarrollo del complejo recreativo que incluía una sala de bingo y dependencias anexas, proyecto que desde su anuncio generó una fuerte oposición vecinal por su impacto urbano y social.
Las agrupaciones vecinales celebraron la decisión judicial. “Los vecinos demostramos que cuando hay organización y convicción, se puede ganar incluso contra los más poderosos”, expresaron en redes sociales tras conocerse el fallo. En caso de desearlo, el Ejecutivo podría avanzar con una apelación ante la Corte de Casación.
El pronunciamiento también fue seguido con atención en Ramallo, donde un centenar de trabajadores permanece en incertidumbre ante la posibilidad de que la sala de juegos fuera trasladada a Maschwitz, algo que, por ahora, continúa sin definirse.
Con la reciente decisión de la Cámara, el emprendimiento —vinculado al empresario Daniel Angelici, socio-propietario del Bingo Ramallo desde 1998— queda nuevamente suspendido, en el marco de un extenso y polémico proceso judicial que aún no tiene un desenlace definitivo.
