Eva tiene cinco años y una historia de vida que conmueve. Cuando tenía apenas un año y ocho meses, en plena pandemia, sufrió un accidente doméstico que cambiaría para siempre la rutina de su familia. “Fue un descuido mínimo, de esos que uno jamás imagina. Estábamos arreglando la casa porque recién nos habíamos mudado. Quedó una puerta mal cerrada y Eva se ahogó en una pileta de plástico, de esas chiquitas, con poca agua”, recuerda su mamá, Luciana.
Lo que siguió fue dramático: un paro cardíaco de más de 15 minutos dejó secuelas neurológicas irreversibles. Eva fue diagnosticada con parálisis cerebral severa, encefalopatía crónica no evolutiva y epilepsia refractaria. Pasó nueve meses internada en el Fleni de Escobar, con idas y vueltas a terapia intensiva. “En el hospital de Avellaneda le salvaron la vida, pero las consecuencias ya estaban”, cuenta Luciana.
Desde su regreso a casa, la familia transformó su hogar en un hospital. Eva salió traqueotomizada y con internación domiciliaria bajo cuidados paliativos. Sin embargo, contra todos los pronósticos, pequeñas señales comenzaron a aparecer. “Empezó a sonreír, a dormir mejor. Cosas que creíamos perdidas”, dice Luciana. Y con esas mínimas señales como motor, la familia decidió apostar a todo lo posible para mejorar su calidad de vida.
En ese camino, recurrieron a terapias y tratamientos experimentales. En 2023 viajaron a Tailandia, donde a Eva le aplicaron 160 millones de células madre. “Ahí vimos un montón de mejorías”, cuenta su mamá. Y ahora, la familia intenta concretar un nuevo viaje, esta vez a México, para acceder a un tratamiento conocido como Cytotron, una tecnología que estimula nuevas conexiones neuronales a través de ondas electromagnéticas.
“El equipamiento original se desarrolló en India, pero allí ya se cerró el protocolo para parálisis cerebral. Por suerte una mamá cordobesa que vive en México lo gestionó y ahora el único lugar donde se hace es allá”, explica Luciana, que ya tiene fecha de viaje: el 1 de febrero.
El tratamiento cuesta 35 mil dólares, a los que se suman pasajes, alojamiento y seguros médicos, alcanzando un total cercano a los 50 mil. Hasta ahora, la familia logró reunir la mitad. “Ya sacamos los aéreos y transferimos una parte del tratamiento. Nos falta reunir 17 mil dólares antes de diciembre para poder confirmar el turno”, detalla.
Fuente: Con información de Infocielo