Hearthside Food Solutions, un gigante de la industria alimentaria, se encuentra en su mayor crisis tras ser señalada por graves irregularidades laborales, incluyendo el uso de trabajo infantil. La empresa, que trabaja con marcas como Lucky Charms y Cheetos, quedó en el centro de un escándalo luego de que un reportaje de The New York Times revelara que niños migrantes trabajaban en sus fábricas en condiciones peligrosas.
A raíz de estas acusaciones, Hearthside solicitó la protección del capítulo 11 de la Ley de Quiebras para reestructurar sus operaciones y manejar una deuda de 1.900 millones de dólares.
El proceso de bancarrota incluye un plan de reestructuración con financiamiento por 150 millones de dólares y 200 millones en capital fresco. La directora ejecutiva, Darlene Nicosia, aseguró que la compañía está comprometida con mejorar su cultura organizacional y mantener la calidad de sus productos.
A pesar de la crisis, Hearthside continuará sus operaciones y espera salir del proceso de bancarrota en el primer trimestre de 2025, con el respaldo de prestamistas y accionistas clave.