
La planta de Acindar en Villa Constitución, operada por el Grupo ArcelorMittal, atraviesa una grave crisis. La empresa anunció que la fábrica estará cerrada entre 120 y 135 días de aquí a fin de año, afectando significativamente la actividad en los próximos seis meses. Esta decisión fue comunicada a la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) de Villa Constitución, sumiendo a miles de operarios en un estado de incertidumbre laboral.
Según explicó Pablo González, secretario general de la UOM local, los trabajadores solo trabajarán dos meses en el semestre restante del año. Durante los períodos de suspensión, los empleados recibirán un porcentaje reducido de su salario: 83% en junio y julio, 80% en agosto y 75% de septiembre en adelante. Este ajuste se debe al desplome de la demanda causada por la paralización de la obra pública y la caída de la inversión privada.
“Estamos en una situación crítica, similar a la que enfrentamos en 1991. La producción nunca había estado tan baja en los últimos veinte años”, comentó González. En ese conflicto de hace más de tres décadas, los trabajadores se enfrentaron a la empresa durante tres meses en una intensa confrontación.
El dirigente sindical también destacó la pérdida de apoyo hacia el sindicato, con muchos trabajadores culpando al gobierno y la falta de acuerdos paritarios. “La mayoría de los empleados votaron a Javier Milei y lo siguen apoyando, culpando al gobierno anterior por la situación actual”, agregó.
La producción de Acindar está enfocada principalmente en el sector de la construcción, así como en la producción de alambres para la agricultura y la minería. La empresa enfrenta dificultades adicionales debido a la competencia de productos chinos en los mercados de exportación, afectando sus ventas en países como Brasil, Chile, Uruguay, Paraguay y Bolivia.
Abel Furlán, secretario general de la UOM a nivel nacional, advirtió que las empresas argentinas están en desventaja debido a los altos precios de las materias primas en comparación con los mercados internacionales. “Techint, por ejemplo, cobraba hasta noviembre 1,5 dólares por kilo de chapa, mientras que en Brasil era 1 dólar, en Europa 90 centavos y en China 50 centavos”, señaló.
El conflicto también se extiende a Tenaris Siat, otra empresa del grupo Techint en Villa Constitución, que detuvo su producción afectando a 150 trabajadores. Ambas empresas abrieron planes de retiros voluntarios, con decenas de trabajadores ya adheridos.
Los dirigentes sindicales temen que las empresas estén esperando la sanción de la Ley Bases, que abaratará los costos de despido, para persuadir a más empleados a aceptar los retiros voluntarios.
González afirmó: “Las grandes empresas tienen la capacidad de resistir la crisis, pero descargan el peso sobre los trabajadores”.
La situación en Villa Constitución es tensa y se espera que las próximas semanas sean cruciales para definir el rumbo de este conflicto laboral.