
¿Qué tipo de enfermedad es la rabia humana?
Es una enfermedad viral zoonótica causada por un virus de la familia Rhabdoviridae, género Lyssavirus. Tiene la particularidad de que puede afectar a todos los mamíferos, incluido el ser humano. Es altamente letal, con una efectividad del 100 por ciento si no se realiza tratamiento, por lo cual se encuentra bajo vigilancia como posible patógeno para usos en armas biológicas.
¿Cuáles son las particularidades del virus?
Es un virus con alta letalidad y un período corto de enfermedad antes de provocar la muerte. Como todo virus, ha logrado mutar y encontrar un equilibrio con sus huéspedes, lo que le permitió no extinguirse y asegurar su transmisión a lo largo de la historia de la humanidad.
¿Cómo se transmite?
La forma más frecuente de transmisión, por lejos, es a través de mordidas de animales infectados, independientemente del tamaño o la gravedad de la herida (no importa si es solo una marca de diente o una lesión desgarrada). También puede transmitirse si un animal infectado lame heridas abiertas.
¿Qué síntomas presenta la rabia humana?
Luego de un período de incubación variable, que puede ir de 3 a 90 días o incluso más, dependiendo de la distancia de la mordida al cerebro, aparece una etapa inicial con fiebre, dolores musculares leves, dolor o parestesias en el sitio de la mordida y malestar general. Posteriormente se presentan signos de afectación del sistema nervioso central, como convulsiones, alucinaciones y espasmos dolorosos ante la ingesta de líquidos (hidrofobia), alimentos o incluso al respirar profundamente. La etapa final incluye parálisis, coma y muerte. Salvo durante los episodios de alucinaciones, la persona suele mantenerse consciente hasta el final.
¿Existe un tratamiento efectivo?
Se han ensayado distintas estrategias, pero con eficacia variable según el caso. El único tratamiento con mayor efectividad es la administración de gammaglobulina específica y la vacuna luego de la mordida. Aun así, estos tratamientos pueden fracasar. Son muy pocos los casos en el mundo de personas que han sobrevivido a la rabia humana, y siempre presentan secuelas neurológicas. La única herramienta 100 % efectiva es la prevención: vacunar a las mascotas y a las personas con actividades de riesgo, como veterinarios, guardaparques, activistas o quienes practican trekking y montañismo.