Ridley Scott durante el inicio del nuevo milenio decidió crear una de las historias más épicas en séptimo arte, convirtiéndola en un exito rotundo, marcando momentos únicos y estableciendo un patron de trabajo en el andar del cine contemporáneo, la historia que tiene como protagonista a Máximo Décimo Meridio (Russell Crowe) estrenó su secuela en los cines provocando la comparación inmediata con su antecesora, logrando críticas particulares pero con la esencia de siempre.
En esta ocasión, “Gladiator II” se centra en Lucio Vero (Paul Mescal), quien fue salvado por Máximo Décimo Meridio en “Gladiator”, buscará obtener venganza y quedarse con los poderes gubernamentales y sociales que les corresponde. A la actuación magistral de Paul Mescal se le suman la de Denzel Washington quien interpreta a Macrinus un político que tiene contactos con el mundo de las armas y busca desestabilizar el imperio desde las sombras. Pedro Pascal interpretando a Marco Acacio, quizas el personaje más parecido al de Russell Crowe, ya que es un soldado que fracasa en su misión y es mandado a combatir en la arena de gladiadores y en ese momento se da cuenta sus principios estuvieron equivocados toda la vida. Regresos esperados como el de Djimon Hounsou en el personaje de Juba, inseparable amigo de Máximo en la película estrenada en los 2000. Y la sorpresa de la película fue Joseph Quinn en el papel del Emperador Geta donde muestra su talento con sus dotes de locura y sadismo.
La historia consta de un guión repleto de connotaciones a la anterior entrega, batallas sin precedentes en donde algunas son dominadas por los efectos especiales y en otras se nota con claridad el trabajo artesanal de las tomas para realizarla. No podían faltar aquellos fragmentos en donde la sangre, los gritos y las armaduras cumplieran un rol fundamental en la cinta. Las escenas con batallas con animales van a dejar un buen sabor en el espectador acompañado de música para la ocasión dándole mas sentido a las secuencias.
Si bien esta cinta carece de la epicidad de la primer entrega, el sentido bélico, resiliente y combativo se ve claramente impulsado por la capacidad actoral, la puesta en escena y el manejo de la dirección acorde al momento.
Hubo demasiadas idas y vueltas sobre si hacer una precuela o una secuela de la película antes contada, el director y su grupo de trabajo optaron por la segunda opción aprobada por el guionista David Scarpa, compañero de toda la vida de Ridley Scott. La cinta fue grabada mayormente en Marruecos, Malta y Reino Unido con pequeñas regrabaciones en estudios de Estados Unidos. La película tuvo un presupuesto de 250 millones de dólares, teniendo un reembolso de 70 millones por parte de Malta por utilizar sus locaciones, cifra mas alta de reembolso en la historia del cine actual.
“Gladiator II” al igual que su predecesora obtuvo la misma puntuación en las principales páginas de críticas con un 81% de aprobación. Probablemente obtenga alguna nominación al Oscar y favorezca la carrera actoral de sus protagonistas pero la carencia de sentido de pertenencia del espectador no ocasionará el fulgor provocado en el 2001 logrando que las actuaciones exitosas marquen el futuro de la industria y de las academias que premian todo tipo de largometrajes. Quien vea “Gladiator II” se encontrará ante un producto aprobado, serio, con falencias de interpretación y gran desempeño actoral, sentirá que le falta el toque final o que perdió la magia pero el cine tambien se produce cuando todo se alinea en un lugar adecuado, en el tiempo indicado.
Larga vida al septimo arte.
Fuente: por Mariano Kane