A los 15 años, Lara aprendió lo que significa luchar por un sueño. También, lo que se siente cuando alguien te lo arrebata en un instante. Su historia revela que la solidaridad de una comunidad puede devolver la esperanza cuando parece perdida.
Lara vive en Comodoro Rivadavia, estudia, juega al fútbol como arquera y ha sido preseleccionada para la selección de Chubut. Hace tiempo soñaba con tener su propia bicicleta, y con esfuerzo y dedicación logró comprarla. Junto a su mamá, horneó y vendió budines, tortas y galletas hasta reunir el dinero necesario. La emoción de alcanzar su meta fue inmensa, pero duró poco: un ladrón saltó el paredón de su casa y se la llevó.
El golpe fue duro. Su madre, Verónica, compartió la historia en redes sociales, no para pedir ayuda, sino para expresar la tristeza e impotencia de ver cómo el sacrificio de su hija se esfumaba en segundos. “No era una simple bici, tenía un valor sentimental. Ella trabajó para esto. Bronca e impotencia, chorros HDP”, publicó.
La publicación se hizo viral en redes sociales y en medios locales y despertó el apoyo de la comunidad. Uno de esos gestos vino del comercio céntrico Don José Hogar, que no dudó en tenderle una mano a Lara. “El esfuerzo y la perseverancia siempre valen la pena”, expresaron en sus redes. “Lara empezó a vender budines a sus 11 años con un sueño: comprarse su bicicleta. Lo logró, pero hace poco sufrió el robo de su tan preciado esfuerzo”.
Conmovidos por su historia, decidieron regalarle una bicicleta nueva. “Al enterarnos de su historia, en Don José Hogar sentimos que teníamos que hacer algo. Con mucha alegría, le entregamos una nueva bici para que siga recorriendo sus caminos con la misma pasión y determinación”, señalaron desde el comercio.
Así, lo que se vivió como un sueño frustrado terminó en un recordatorio de que la unión y la empatía pueden cambiarlo todo.
Fuente: Con información de Diario Crónica
