
Lorenzo Giaccio es la nueva joya de Belgrano, un club con una cantera históricamente rica. En esta Liga Federal, Lolo irrumpió con talento y personalidad. A los 20 años, el escolta se luce en el equipo de Lucas Mazzoni. Hace un año, cuando no era tenido en cuenta en el ciclo de Martín Blanco, pensó en dejar el básquet. Menos mal que no lo hizo. La Liebre le dio rienda suelta y Giaccio respondió con creces.
Así, habló Lolo con GOLAZO:
—¿Cuándo empezaste a jugar?
—A los 10/11 años. Había arrancado mi hermano y no me gustaba tanto el básquet, no me llamaba mucho. Una vez fui a verlo y, cuando entré a la cancha, me enamoré. Ahí supe que era el deporte del cual quería vivir.
—¿Y de aquel pibito, cómo te ves hoy?
—Feliz, porque en el transcurso del tiempo, con altos y bajos, sigo firme persiguiendo mis objetivos.
—Contame tu infancia.
—No me puedo quejar, la pasé muy bien y tuve comodidades que hoy no. Viví en otras zonas, pero mi mayor parte de crianza fue en barrio Lanza.
—¿Cómo fue firmar tu primer contrato?
—Fue tras un momento de mucho esfuerzo y sacrificio, no solo físico, sino mental, por diferentes circunstancias. Al recibir la noticia, me dio felicidad y me sentí muy agradecido.
—¿Por qué jugás con tanta desfachatez?
—Creo que quedó en mí ese mismo nene que empezó a jugar con picardía, alegría y diversión. Cuando entro a la cancha despejo todo de mi cabeza y renace de nuevo ese ser.
—¿Imaginabas tener tantos minutos?
—Al principio me costó tenerlos, pero sabía que iba a llegar el momento en el cual iba a aportar al equipo.
—¿Cómo es ser dirigido por Mazzoni?
—Si bien me empezó a dirigir el año pasado, me siento a gusto con él. Le doy gracias a Lucas porque en este poco tiempo me ayudó, y me sigue ayudando a mejorar y a crecer en lo que amo.
—¿Es cierto que casi dejás el básquet hace un año?
—Sí, es verdad. En ese momento no la estaba pasando muy bien, llegué a sentir que ya no disfrutaba el juego, me frustraba mucho. Literalmente no quería jugar más, había perdido el amor que sentía por el básquet. Para recuperar las ganas me ayudó mucho mi hermano, porque me hizo ver que no tenía que jugar para demostrarle nada a nadie, sino que lo volviera a hacer por el mismo motivo por el cual había arrancado: jugar para mí mismo y volver a disfrutarlo. Así lo hice.
—¿Qué rol tuvo Rafa Calcaterra en tu crecimiento?
—Él fue justamente uno de los que más me motivó, animó y ayudó. Fue quien más hizo para que volviera a vivir y sentir el juego en la “Rafaneta”. Me dio la confianza que en esos momentos necesitaba y ahora todo lo que estoy dando es en base a su apoyo.
—¿Qué expectativas tenés para lo que viene?
—En lo personal, seguir creciendo y mejorando para no perder de vista mi objetivo. En lo colectivo, seguir aportando lo mejor al equipo para que juntos lleguemos a lo más alto posible.
—¿Es verdad que tu hermano menor pinta muy bien?
—Sí, la mueve bastante bien. Siempre me carga con que quiere jugar de la misma manera que yo. Tiene su problemita de enojarse muy rápido, aunque también veo que lo disfrutamos de la misma manera.
—¿Cuál es tu sueño en el básquet?
—Mi mayor sueño siempre fue llegar a la NBA o a la Euroliga, pero soy realista, y llegar a la Liga Nacional es una de mis metas.
YO SOY
Me llamo: Lorenzo Giaccio
Nací el: 24/01/2005 en San Nicolás
Mi familia: Yanel Martínez (mamá), Sergio Giaccio (papá), Nazareno, Francesco y Constanza (hermanos)
Virtud: Perseverancia
Defecto: Me enojo cuando no me salen las cosas
Basquetbolistas que admiro: Stephen Curry / Kyrie Irving (mundial), Manu Ginóbili (argentino), Víctor Fernández (nicoleño)
Mejor entrenador: Rafael Calcaterra
Ídolo: Mi vieja
Club de fútbol: Boca
Música favorita: Escucho de todo
El básquet es: Mi mundo
Lolo Giaccio es: Lo que se ve