Sociedad

Luis Sansalone: “El combustible de mi profesión siempre fue la admiración por los deportistas”

Con más de seis décadas ligadas al deporte, reconstruye cómo llegó al periodismo, qué valores marcaron su camino y por qué el compromiso colectivo fue clave en su trayectoria

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Luis Sansalone, periodista deportivo y miembro vitalicio del Círculo de Periodistas Deportivos de San Nicolás de los Arroyos, fue presidente de la institución al momento del nacimiento de los Premios Plumi. En la actualidad reside en Paraná, aunque regresa con frecuencia a su ciudad para visitar a su familia, reencontrarse con amigos y revivir anécdotas que siguen alimentando su vínculo con el deporte y el periodismo. Una vida ligada a las canchas, marcada por un don de gente reconocido en el ámbito local.

El inicio:
Yo veo fútbol desde los años 60 hasta la actualidad. Trabajaba en Somisa y los mejores jugadores de la liga nicoleña de fútbol de ese momento trabajaban conmigo en hojalata, y en los descansos jugábamos al fútbol. Elvio “Carpincho” Oviedo, Norberto Beobides, Mariano Molina, Hugo Esquerra, “Fito” Godoy, Omar Algacibiur, Ángel Macaluce, por nombrarte algunos compañeros con los que compartía cancha. En ese momento, uno de los entrenadores, Porfidio Arias, me dijo que tenía que estar en una radio por los comentarios que hacía sobre esos partidos. Un mes más tarde me llama José María Bertosi para formar parte de “La Voz del Deporte”. Fui y conformé equipo con Natalio Vulich y Raúl Barile. Lo fantástico de todo esto es que nunca supe que me iba a gustar tanto. Desde enero de 1976 hasta finales de 2018 transité el camino del periodismo deportivo.

Su descubrimiento en la profesión:
Con el transcurrir del tiempo comprendí que la profesión me llevó a admirar a cada deportista que tenía delante de mis ojos. Soy de mirar a las personas: cómo se mueven, cómo hablan, cómo practican un deporte. Miré tanto deporte que hasta en disciplinas que jamás pensé que iba a cubrir pude encontrar admiración, como el ciclismo, el boxeo o el ajedrez. Así como existió admiración hacia el deportista, también la hubo hacia las instituciones que lo hacían posible, y ahí me encargué de darles mi apoyo de manera desinteresada.

El mundo paralelo impensado:
Para la década del 80 continuaba trabajando en Somisa y, en paralelo, estaba en la radio. Sorpresivamente me llamaron del diario El Norte para hacer cobertura en la transmisión de los partidos de fútbol. Allí grababa entrevistas que luego escribía para el medio. Después, como otra sorpresa, Ricardo Scaglione y Miguel Ángel Andrín me convocaron para formar parte de “Síntesis 2 Deportivo”, el programa de televisión orientado al deporte de la ciudad. Simultáneamente estaba en los tres medios posibles del periodismo deportivo, de forma sorpresiva e impensada.

El periodismo deportivo en la actualidad:
Siguen existiendo las mismas cuestiones que yo viví en su momento. El apoyo es escaso y todavía los periodistas deben tener otra salida laboral para poder vivir. Sin embargo, los jóvenes siguen eligiendo esta profesión. Es difícil, pero hermosa.

El Círculo de Periodistas Deportivos (CIPED):
En mi época era todo muy directo. Vos ejercías periodismo deportivo y te hablaba Bertosi, que te decía que tenías que acompañarlo en la institución, no como una obligación sino como una oportunidad. Arranqué siendo secretario en una etapa complicada a nivel nacional dentro de la Federación. A fines de la década del 70, el CIPED de San Nicolás fue uno de los encargados de lograr la unificación de la Federación, que en ese momento estaba fragmentada. El periodismo se rige por dos cosas: el contacto directo con quienes hacen deporte, donde la ética y los valores adquiridos deben predominar, y el apoyo que desde tu lugar brindás para que todo siga ocurriendo y el deportista se sienta valorado. Esos fueron los objetivos claros del periodismo para con la comunidad.

El Plumi:
Por el año 1983, la municipalidad le pidió al CIPED que eligiera algunos deportistas para otorgarles un premio. Al año siguiente tuvimos la idea de entregarlo nosotros. El espíritu del Plumi es el periodismo de apoyo y, sobre todo, que sea una fiesta del deporte en la región. Un espíritu festivo, social y, por sobre todas las cosas, nuestro.

Ser referente:
Nunca me propuse serlo, pero veo las palabras y el trato que tienen conmigo las generaciones más jóvenes dentro de la profesión y me sorprende. Que encaren el camino del periodismo con valores es fundamental, y si yo pude aportar algo, bienvenido sea.

No existe reconocimiento sin respeto, ese que a veces se gana y otras tantas se impone. Luis Sansalone dejó huella con su forma de ser y su mirada sobre el deporte y sus protagonistas. En cierta forma, dentro de la profesión hay algo de él en cada periodista que compartió el mismo camino. Algunos ya no están, pero en el aire sobreviven sus anécdotas, mientras otros intentan continuar ese legado de unidad, aun sabiendo que muchas veces esa unión es frágil y atravesada por intereses personales más que colectivos. Nada genera más respeto que ser buena persona, y “La Eminencia” siempre lo fue.

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