
A más de treinta días del brutal hecho ocurrido en barrio José Ingenieros, murió Ana María Benedito, la mujer de 72 años que permanecía internada en la Unidad de Terapia Intensiva del Hospital San Felipe. Su hijo, Lucas Somoza, fue señalado como autor de los disparos que la hirieron a ella y a su amigo Nazareno Sigali, antes de gatillarse en la cabeza en un intento de suicidio.
Conforme a lo reconstruido hasta el momento por la Justicia, fue Somoza el único atacante quien, en medio de un brote irracional, aparentemente producido por el consumo de estupefacientes, disparó contra Nazareno Alberto Sigali, de 25 años, y contra su propia madre, Ana María Benedito, de 72, cuando trataba de detenerlo. Al advertir lo que había hecho, se disparó en la cabeza.
De los tres heridos, solo Sigali logró recuperarse. Tanto Somoza como su madre permanecieron en estado crítico desde el día del ataque, sin recuperar la conciencia. Finalmente, Benedito murió este martes a raíz de la herida de bala en el abdomen. Somoza continúa internado, fuera de terapia intensiva pero aún en estado muy grave, con pérdida de masa encefálica.
El caso es investigado por el fiscal Julio Tanús, de la UFI N.º 3, quien había imputado a Somoza por “homicidio doblemente agravado por el uso de armas y por el vínculo” respecto de su madre, y por “homicidio agravado por el uso de armas en grado de tentativa” contra Sigali. La detención del acusado no pudo hacerse efectiva debido a su delicado cuadro de salud.
Aunque aún se esperan los resultados de las pruebas de dermotest, la fiscalía sostiene que el hecho se encuentra totalmente esclarecido, con elementos suficientes para sostener la acusación.