
“El talento es el hombre en libertad, nace en cualquier persona que se sienta capaz de volar con sus ideas”. Luis Alberto Spinetta creía que el talento no es algo exclusivo de unos pocos, sino que reside en la capacidad de imaginar, crear y expresarse sin ataduras.
Humberto Noé Grunale, pergaminense de 23 años, parece llevar esa filosofía del Flaco dentro de la cancha. Con la camiseta N° 9 de Belgrano en la Liga Federal, combina juego, alegría y humildad. Su entrenador, Lucas Mazzoni, no duda en destacarlo: “Es de los mejores compañeros del plantel. Suma alegría a la química, es un jugador talentoso que aporta muchísimo en ataque. Crack total”.
Hablamos con Noé, un distinto, que busca la gloria con Belgrano como lo hizo en 2024 con Centenario.
—¿Te acordás cuándo y por qué empezaste a jugar?
—Yo era futbolista y jugaba de 9. Ni me interesaba el básquet, pero mi viejo me decía: “Hacé básquet, que te va a hacer bien para la coordinación, el salto, etc.”. Empecé, pero prefería el fútbol. Al tiempo me empecé a encariñar con el básquet, y acá estoy.
—¿Y de aquel pibito, cómo se ve el Noé actual?
—Me veo bien, con muchas ganas de progresar, de seguir aprendiendo, y lo más importante: seguir disfrutando del básquet y haciendo amistades por los clubes en los que paso. Eso es lo lindo también de este deporte.
—¿Cómo fue tu infancia en Pergamino?
—Normal. Jugaba a la pelota con los vecinos en la calle. Siempre con música en el auto. El primer disco que escuchaba en loop era La lengua popular de Andrés Calamaro.
—¿Por qué viniste a Belgrano para el Prefederal después de ascender con Centenario?
—Porque en Centenario no me iban a tener en cuenta para la Liga Argentina. Con mi representante vimos la posibilidad de venir y no dudé. Siempre quise jugar acá. Me sentía identificado con el club, con la pasión con la que se vive. Además, ya conocía a algunas personas.
—¿Y cómo te sentís en el Rojo?
—La verdad que muy bien. Feliz. Me siento uno más. La gente me trata con cariño: los hinchas, los cantineros, los porteros. Siento que llevo toda la vida acá, ¡y hace solo nueve meses que llegué!
—¿Imaginabas este presente con el equipo? ¿Cuál es el secreto?
—Creo que sí. Somos un equipo unido, nos llevamos muy bien, y eso es clave. Tenemos un plus cuando jugamos de local, y eso es gracias a la gente.
—¿Cómo es ser dirigido por alguien tan joven como Mazzoni?
—Con Lucas pegamos una linda relación, dentro y fuera de la cancha. Jodemos mucho. Es un pibe más como yo, pero apasionado de lo que hace. Me parece perfecto. Tiene muchas ganas.
—¿Qué recuerdos tenés de tu paso por Somisa en el Federal 2023?
—Fue muy bueno. Jugué mi primer Federal ahí. Me fue bien en lo personal y también en lo colectivo. Tenía toda la confianza del entrenador, Niki Arámburu.
—¿Cómo fue reencontrarte con Menna después de brillar juntos en Centenario? ¿Es fácil jugar a su lado?
—Muy lindo volver a jugar con un compañero con el que lograste un ascenso. Se nota la diferencia que marca. Te facilita todo. Junta defensas y descarga. Es un jugador de mucha jerarquía. Para mí, está para mucho más.
—¿Qué expectativas tenés para lo que viene?
—En lo personal, evolucionar en muchas cosas para mejorar mi juego y ser mejor jugador. En lo colectivo, aportar lo que el equipo necesite de mí. Saber cumplir mi rol y hacer lo necesario para ganar siempre.
—¿Te gusta más el básquet o el rock?
—Me gusta jugar al básquet escuchando rock, jaja. Las dos cosas por igual.
—¿Cómo nació tu pasión por el rock?
—Por mi viejo y mi hermano. En el auto y en casa sonaban muchas variedades de música, y tomé todo eso. Sin la música no sé qué haríamos. Y hablo de música de verdad, no la porquería de hoy.
—¿Cómo está el vestuario con ese tema?
—Este grupo escucha Sumo y Los Redondos. A no ser que Menna esté al comando de la música… ahí se desvirtúa todo, jaja.
—¿Cuál es tu sueño en el básquet?
—Disfrutarlo al máximo y llegar hasta donde me dé. Con estar contento jugando, me sobra y alcanza.
—Lo que quieras decirle a la gente
—Que te hace poner la piel de gallina. Tengo mucho amor por toda la gente que rodea al club. Es una pasión divina la que se vive acá, y no pasa en todos lados. Belgrano tiene identidad propia.
YO SOY (BASQUETBOLISTA)
Me llamo: Humberto Noé Grunale
Nací el: 28 enero de 2002 en Pergamino
Mis padres son: Humberto Horacio Grunale y Sandra Saccani
Mis hermanos son: Sur Evaristo y Asia Anastassia
Jugué en: Gimnasia, Argentino y Comunicaciones de Pergamino; Sportsmen (Rosario), Comunicaciones, Pergamino Básquet, Somisa, Argentino, Centenario (Venado Tuerto) y Belgrano
Una virtud: cocinar
Mejor basquetbolista mundial: Michael Jordan
Mejor basquetbolista argentino: Emanuel Ginóbili
Mejor basquetbolista nicoleño: Nicolás Maffei
Mejor entrenador: mi actual, Lucas Mazzoni
Un ídolo: Luis Spinetta
Club de fútbol: River
El básquet es: una pasión
Noé Grunale es: una persona normal, muy perfil bajo, que le gusta levantarse temprano con su mate y música, a quien también le gusta entrenar y compartir momentos con sus seres queridos.
YO SOY (ROCKERO)
Mejor canción: cambia todo los dias, hoy “Anedhonia” de Charly García
Mejor cantante: John Lennon y Robert Plant
Mejor guitarrista: David Gilmour
Mejor grupo de rock nacional: Invisible
Mejor grupo de rock internacional: The Beatles
Peor grupo de rock nacional: La Beriso
Idolo del rock: Luis Alberto Spinetta
Frase de rock: la paz en mí nunca la encontrarás
Tatuajes (cantidad): mmm nosé, como 50 tengo
Tatuajes de rock: la mayoría, jaja
La música es: “algo espiritual, lo más importante que tenemos. Es el arte hecho en sonido,que hay que darle más bolay no dejar que el comercio musical lo arruine”