Según explicó Fabián Gigli, secretario de prensa de UOM San Nicolás, las conversaciones con las cámaras empresariales llevan más de siete meses sin avances. La primera solicitud fue un incremento del 18,71% más un bono de $300.000, pero fue rechazado por los empresarios. Este pedido contemplaba un bono de $300.000 y aumentos escalonados: 6% en noviembre, 5% en diciembre, 3% en enero, 3% en febrero y 2% en marzo.
“Desde julio del año pasado no hemos podido llegar a un acuerdo con la Cámara del Acero. Su postura se ha mantenido inamovible: proponen un aumento del 2% mensual, un porcentaje que no refleja en absoluto los índices reales de inflación”, señaló Gigli.
En el avance de las negociaciones, la UOM presentó una propuesta que incluía aumentos con revisiones mensuales entre diciembre y marzo: 5,5% en noviembre, 2% en diciembre con revisión, 1,5% en enero con revisión, 1,5% en febrero con revisión y 1,5% en marzo. Sin embargo, tanto las cámaras empresariales como la cartera laboral descartaron esta posibilidad, proponiendo una única revisión en marzo.
Las cámaras empresariales argumentan que su postura responde a la caída de la demanda, los precios, la competencia de importaciones desde Brasil y China, y el aumento de costos nacionales. No obstante, Gigli remarcó que las dificultades para cerrar acuerdos no son nuevas. “Cuando la situación era diferente, también nos costaba mucho cerrar paritarias. Este problema no es de ahora, sino que lleva años”, subrayó.
El impacto de la demora en los trabajadores
El retraso en las negociaciones impactó directamente en los trabajadores metalúrgicos, quienes han perdido entre un 8% y un 10% de poder adquisitivo respecto a la inflación acumulada en el período. En la Rama 17, que abarca las cámaras metalúrgicas, la situación es algo más controlada, registrándose una pérdida del 3% hasta noviembre. Sin embargo, el acuerdo vigente permitió cierto nivel de actualización.
“En el sector siderúrgico no tenemos acuerdo desde julio, lo que nos deja muy por debajo de la inflación”, advirtió Gigli. Además, denunció que el Ministerio de Trabajo ha impuesto restricciones que complican aún más la situación. Según el dirigente, la Secretaría de Trabajo limitó los acuerdos que superen el 1% mensual desde enero, algo que calificó de “contradictorio” e incompatible con el espíritu de las paritarias.
Un sector productivo en crisis
La demora en los acuerdos paritarios se suma a un panorama de incertidumbre en el sector siderúrgico, donde la actividad permanece en niveles críticos. Según Gigli, la producción está entre un 20% y un 25% por debajo de los estándares históricos, afectando no solo a grandes empresas como Ternium, sino también a talleres y pequeñas industrias dependientes de esta actividad.
Desde octubre de 2023, se registraron suspensiones en varias compañías, aunque no se produjeron despidos masivos. No obstante, el secretario de prensa advirtió que las jubilaciones y retiros voluntarios no están siendo cubiertos, lo que implica una pérdida gradual de puestos de trabajo. “Si la situación no mejora después de marzo, podríamos enfrentar un escenario aún más crítico”, alertó.
Medidas de fuerza en evaluación
La posibilidad de medidas gremiales está latente, aunque no se han tomado resoluciones concretas. “La conciliación obligatoria ya venció y siempre está sobre la mesa la opción de tomar medidas de fuerza si las negociaciones no avanzan. Sin embargo, en enero lo vemos complicado por el periodo vacacional”, explicó Gigli.
El gremio busca cerrar un acuerdo que cubra hasta marzo de 2024, lo que les permitiría negociar posteriormente ajustes salariales cortos, incrementales y mensuales. Desde la UOM aseguran que este enfoque está más ligado a la realidad inflacionaria del país.
Un llamado a preservar el poder adquisitivo
La prioridad del gremio es resguardar el poder adquisitivo de los trabajadores. “Nosotros seguimos insistiendo en que los aumentos salariales deben equipararse a la inflación. No estamos pidiendo nada extraordinario, solo que los trabajadores no sigan perdiendo frente a la inflación”, remarcó Gigli.
Las negociaciones con las cámaras empresariales continuarán, y el gremio espera destrabar un conflicto que afecta directamente a miles de familias de San Nicolás y la región. Sin embargo, el panorama sigue siendo incierto, y tanto la UOM como los trabajadores deberán enfrentar un escenario lleno de desafíos en los próximos meses.
Con un sector productivo en crisis y una inflación persistente, la UOM hizo un llamado a las cámaras empresariales y al gobierno para encontrar una solución que garantice la estabilidad económica y los derechos de los trabajadores metalúrgicos.